La Guardia Urbana de Barcelona ha precintado un local que aparentaba ser una tienda de pintura pero que en realidad funcionaba en su interior como un prostíbulo.

Según ha informado el Ayuntamiento de Barcelona, el precinto del local, situado en la calle de Tapioles, en el barrio de Poble Sec, se ha producido después de una inspección que se efectuó al local el pasado mes de julio a raíz de las quejas de los vecinos.

La inspección, en la que los agentes identificaron al responsable del local, a cuatro trabajadores y a dos clientes, comprobó que en el interior del taller mecánico se practicaban "actividades sexuales retribuidas".

El local ha sido precintado por realizar actividades sin licencia, falta de iluminación de emergencia y señalización de evacuación, incumplimiento de horarios, falta de servicios de vigilancia, ausencia de seguro obligatorio de responsabilidad civil, falta de extintores y malas condiciones higiénicosanitarias.