Que sí, que el 2013 está siendo un año negro para la taquilla. Que sí, que la gente va cada vez menos al cine. Que sí, que ha habido fines de semana históricos (de malos). Que sí, que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dijo que la gente no ve cine español porque no tiene calidad (aunque luego lo matizó). Que sí, pero no. La realidad es que el público sale de su casa y se mete en masa en una sala cuando la entrada es más barata. La realidad también es que los espectadores no dan la espalda a los títulos españoles. Cuatro películas locales están tirando, en este último trimestre, de la taquilla. Las hay que no tiran, cierto. Pero han arrasado en otra cosa: el respaldo de una crítica que aúpa su calidad.

Zipi y Zape y el club de la canica ya es la cinta española con más espectadores del 2013 (802.050). Dirigida por Oskar Santos (El mal ajeno), confirma que el público familiar sigue siendo el más fiel a la gran pantalla. A pesar de tener un objetivo comercial más reducido que otros (está dirigida a los chavales) ha conseguido reinar en las salas de tal manera que los productores ya se están planteando realizar la segunda parte.

En los tiempos que corren, es todo un hito vender más de 800.000 tíquets y recaudar más de 4,8 millones (y eso que todavía queda la Navidad). Sin embargo, es cierto que hace cinco años, una película como Zipi y Zape y el club de la canica hubiera pasado del millón y medio de espectadores. Las taquillas ahora son más pobres. Pero para las películas españolas y las extranjeras. La ventaja es que el mercado es global y las fronteras se desdibujan. Zipi y Zape y el club de la canica, por ejemplo, ya sido vendida en medio mundo, desde Brasil, hasta Portugal, Turquía, Alemania, Japón y Rusia, entre otros países. Los productores están negociando ahora mismo con Francia y EEUU.

Las aventuras de los hermanos Zapatilla no es, sin embargo, la cinta más taquillera del año. Ese honor se lo lleva Pedro Almodóvar y su regreso a la comedia, Los amantes pasajeros. Las entradas infantiles son más baratas y por eso Zipi y Zape y el club de la canica no consigue vencer en recaudación (aunque sí en espectadores) a los locazos azafatos del machego.

Otro héroe de la taquilla es Álex de la Iglesia, cuyas Brujas de Zugarramurdi ya han sido vistas por más de 788.069 personas. La cinta --con la que el cineasta ha hecho una envidiable gira internacional-- ha conseguido una generosa taquilla en España superior a los 4,7 millones de euros.

RECIÉN LLEGADOS // El título español más reciente en aterrizar en la cartelera, Séptimo, de Patxi Amezcua, se codea en los primeros puestos del ranking con producciones estadounidenses, como Thor y El juego de Ender. 337.000 espectadores ya se han angustiado con Ricardo Darín y Belén Rueda desde que Séptimo se estrenó, el 8 de noviembre.

No pequemos de optimismo, sin embargo. Hay cine español con una pobrísima taquilla. Caníbal no ha cumplido la expectativas que generó tras participar en el Festival de San Sebastián. H