La sonda europea Rosetta, lanzada en el 2004 con el objetivo de sobrevolar el cometa 67P/Curyumov-Gerasimenko y situar en su superficie un pequeño módulo de aterrizaje, saldrá mañana del modo de hibernación en que se encuentra desde hace 36 meses y empezará a preparar la fase final de la misión.

Si todo funciona sin contratiempos, un sencillo bip a modo de despertador se activará exactamente a las 11.00 horas, mientras que las primeras señales viajarán por el espacio y se recibirán en el centro de control unas ocho horas después.

Según explica la Agencia Espacial Europea (ESA), la nave ha permanecido dormida, sin más gasto energético que el empleado por unos calefactores que impiden la congelación total, a la espera del momento idóneo para iniciar la trayectoria de acercamiento. El encuentro con el cometa se producirá previsiblemente el próximo verano. H