Cuatro meses después del asesinato de Asunta Basterra, sus padres, el periodista Alfonso Basterra y la abogada Rosario Porto, continúan encarcelados, acusados de ser los únicos responsables de un crimen para el que los investigadores todavía no tienen todas las respuestas. Y es que sospechan que el matrimonio, a pesar de llevar ya un tiempo separado, comparte silencios y secretos que no han conseguido descifrar.

A día de hoy, todos, menos los abogados de Alfonso Basterra y Rosario Porto, tienen claro que la mancha de semen que apareció en la camiseta que llevaba puesta la niña el día en que fue asesinada apareció allí por error.

Sin embargo, el dueño del semen sigue imputado por homicidio, a pesar de que su abogado ha aportado numerosas pruebas gráficas y testimonios que confirman que el 21 de septiembre su cliente estuvo en Madrid.

Un mes antes del crimen, en el laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil de Madrid se analizó un preservativo con semen de ese hombre. El viernes, las dos forenses que participaron en el levantamiento del cadáver de Asunta declararon en el juzgado que la camiseta de la niña tenía varias manchas, pero ninguna en el pecho, que es donde apareció después la mancha de semen.

Por otro lado, tras la detención de Alfonso Basterra, el juez Vázquez Taín ya puso de manifiesto que los investigadores no encontraban un ordenador y un segundo móvil del padre de la niña. A finales de año pasado, la abogada de Basterra, Belén Hospido, solicitó permiso al juez para vaciar el piso del padre, ya que era de alquiler y su cliente iba a dejar de pagar. Además, indicaba que su defendido había conocido el interés del magistrado en encontrar su ordenador y su segundo móvil y que estaban sobre una mesa de la entrada de la vivienda.

El 30 de diciembre, la Guardia Civil regresó por tercera vez a la vivienda y encontró el ordenador y el móvil, aunque el 26 de septiembre no estaban allí.

Por su parte, José Luis Gutiérrez Aranguren, abogado de Rosario Porto, ha asegurado en los últimos días que fue él quien propuso a su clienta que recuperara la toga de abogada y se sentara junto a él para ayudarle en las labores de defensa. El viernes, la madre de Asunta se estrenó en esa nueva faceta de abogada de sí misma, aunque su participación fue nula, pues buena parte de la sesión estuvo con los ojos cerrados. En cualquier caso, para muchos, la jugada forma parte de la estrategia de defensa de cambiar la imagen de Rosario el día que tenga que enfrentarse a un jurado popular. Vestirá toga y estará sentada junto al letrado. H