Sin dar tiempo a que los servicios sanitarios de Madrid localizaran en EEUU algún fármaco específico, aunque experimental, con que tratar la infección del ébola que sufría, ayer falleció en Madrid Manuel García Viejo, de 69 años, a quien le fue diagnosticada la infección del virus hemorráfico hace ocho días en el Hospital San Juan de Dios, de Lunsar (Sierrra Leona), donde era director médico. Un fallo hepático y renal, que se sumó al deterioro del resto de órganos vitales, puso fin a la vida del religioso, que fue repatriado a España desde Sierra Leona el pasado domingo, ya en estado grave. Como ocurrió con el también religioso Miguel Pajares, fallecido por ébola en Madrid el 12 de agosto, el cuerpo de García Viejo será incinerado.

La orden de San Juan de Dios, a la que el fallecido pertenecía desde hace 52 años, se declaró de luto y difundió detalles del perfil del religioso, a quien definió como “bonachón en las formas” e incansable en su entrega a la asistencia médica en África.

Poco antes del fallecimiento de García Viejo, el Gobierno había anunciado el destino de 162.000 euros al Hospital San José, de Monrovia, en Liberia, perteneciente a la orden de San Juan de Dios y donde ejerció Miguel Pajares, con el fin de apoyar la reapertura del centro para destinarlo al tratamiento del ébola.

La epidemia, entre tanto, sigue sumando víctimas en una proporción que vuelve a confirmar que se encuentra fuera de control.

‘BATAS BLANCAS’ // Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sugirió ayer la creación de un cuerpo internacional de profesionales de la salud, o “batas blancas”, que se mantengan a la espera, en función de las necesidades, para combatir el brote de ébola. “Deberíamos considerar si el mundo necesita un cuerpo de profesionales de la salud que se mantengan a la espera, respaldados por la experiencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la capacidad logística de Naciones Unidas”, dijo Ban en una reunión de alto nivel sobre la epidemia en Naciones Unidas.

También el presidente de EEUU, Barack Obama, urgió al mundo a convertir en una “prioridad” la lucha contra el ébola en África, al advertir que podría causar una “catástrofe humanitaria” en la región y es una “creciente amenaza a la seguridad global”. H