El titular del Juzgado de Instrucción número 12 de Málaga ha decretado esta tarde el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para Alejandro F.A., de 24 años, detenido el pasado martes por la muerte de un niño de tres años y medio que tras una intensa búsqueda por la playa fue hallado ahogado en una balsa de los Montes de Málaga. El juez le imputa un presunto delito de asesinato, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Málaga.

El joven, que según la familia padece una minusvalía psíquica del 30 por ciento, fue conducido esta mañana a dependencias judiciales tras pasar dos días en el cuartel de la Guardia Civil de Rincón de la Victoria, un pequeño municipio colindante con la capital malagueña y el lugar donde inicialmente dijo haber perdido al hijo de su pareja sentimental en un centro comercial. Posteriormente, y tras comprobarse en las cámaras de seguridad que llegó solo a la gran superficie, explicó que el niño, Alejandro, se había podido perder por la playa, a donde fueron a dar un paseo pese al temporal al salir de la guardería.

Se montó entonces un amplio dispositivo policial para tratar de localizar al menor en una zona de varadero, y más tarde en unos acantilados y túneles en los que dijo que se podía haber caído o que lo tiró, dado que cambió de versión varias veces. Pero el niño no aparecía. Finalmente, y gracias a la mediación de un familiar, el detenido condujo a los agentes hasta una balsa de riego destinada a los servicios contraincendios en un paraje recóndito de los Montes de Málaga, a 15 kilómetros de la capital donde localizaron el cadáver del niño con síntomas de ahogamiento.

Las primeras hipótesis apuntan a que el joven, que mantenía una relación sentimental desde verano con la madre del menor, podría haber tenido un ataque de celos y pensar que el crío le "estorbaba" y disputaba la atención de la mujer. En este sentido, la investigación se ha centrado estos dos días en determinar si hubo premeditación por parte del detenido, ya que al parecer envió durante la tarde varios mensajes a su pareja fingiendo que el pequeño seguía vivo.