La Fundación Pablo Neruda pidió ayer que los restos del poeta sean devueltos a su tumba en la que fue su residencia de la localidad costera de Isla Negra, unos 120 kilómetros al oeste de Santiago.

En abril del 2013, el cuerpo del premio nobel de Literatura 1971 fue exhumado de su tumba por orden judicial, con el objetivo de realizar pericias técnicas que confirmarán la causa de su muerte.

La investigación se inició en 2011 a raíz de una denuncia presentada por el Partido Comunista de Chile, que tomó en cuenta unas afirmaciones de Manuel Araya, antiguo chófer de Neruda, a la revista mexicana Proceso. Araya dijo que el poeta, fallecido en Santiago el 23 de septiembre de 1973, días después del golpe militar que encabezó Augusto Pinochet, había sido envenenado por agentes de la dictadura mediante una inyección suministrada en una clínica. H