James Dean murió el 30 de septiembre de 1955 cuando tenía solo 24 años. Amante de los coches y de la velocidad, el choque frontal delPorsche Spider 550que conducía contra un Ford en una solitaria carretera del norte de California le abrió las puertas al territorio de los mitos y leyendas de Hollywood. Este miércoles se cumplen 60 años de su muerte, aniversario que coincide con la publicación de 'Vive deprisa'(Alianza Literaria), una nueva biografía escrita por el periodista y escritor francés Philippe Besson con el reto de "salir de la verdad oficial y encontrar la realidad del hombre detrás de la leyenda".

Para acercarse al hombre, Besson recoge la perspectiva de 29 personas que conocieron al actor de 'Al este del edén', 'Rebelde sin causa', o 'Gigante' --estas dos últimas estrenadas ya después de su muerte--, clásicos ya del cine estadounidense. Desde sus padres, Winton y Mildred, a Elia Kazan, que lo dirigió en 'Al este del Edén' ('East of Eden', 1955); algunos de sus compañeros, comoNatalie Wood, Elizabeth Taylor o Rock Hudson; su gran amor, Pier Angeli, o su primera profesora de Arte Dramático,Adeline Brookshire.

Besson ha recorrido algunos de los escenarios importantes en la vida de Dean, como su Indiana natal o Nueva York, la ciudad de sus sueños. Y también ha tenido acceso a cientos de fotografías, muchas de ellas guardadas por amigos y familiares y que nunca se han exhibido en público, y que le han permitido acercarse un poco más al ser humano.

SÍMBOLO DE LA REBELDÍA

"He podido extrapolar su vida a través de las fotografías de infanciacon sus padres, muy poco conocidas", ha explicado Besson, que también incluye imágenes de cuando ya era popular e incluso fotografías de los documentos de identidad. Su imagen descuidada y un atractivo sustentado en una profunda mirada miope y en un carácter displicente que generaba unas complejas relaciones de amor-odio hicieron de él el perfecto símbolo de una rebeldía que muchos admiraban.

"Desprendía algo extraordinario (...) Había algo incandescente que salía de su interior; no era el estándar de la belleza de la época. Delante de la cámara solo irradiaba luz. Sedujo a todos los jóvenes", señala Besson. Y eso es algo que queda claro en un libro en el solo entre un 2% y un 3% son citas textuales de sus narradores. "Las palabras son inventadas, no quería repetir una verdad histórica, pero son frases que podrían haberse pronunciado", porque salen "de datos exactos".

Así, los relatos que Besson ha puesto en boca de Marlon Brando y Elizabeth Taylor, por ejemplo, están sacados de sus memorias. "Me di cuenta de que era un puto genio. Y los genios tienen derecho a joder a todo el mundo", se imagina Besson que dijo Marlon Brando, palabras no textuales pero cuyo fondo queda recogido en las memorias del actor, cuyo libro favorito era 'El principito' de Antoine de Saint-Exupery.

VÍCTIMA DE ABUSOS

En el caso de Taylor sí introduce una frase dicha por la actriz, que pidió que no se reprodujera hasta su muerte. "Durante el rodaje (de 'Gigante'--, nos quedábamos despiertos hasta las tantas, hablando toda la noche. Me dijo que, a raíz de la muerte de su madre --cuando Dean tenía 9 años--, el pastor de su iglesia empezó a abusar de él. Creo que lo atormentó toda su vida".

Esos abusos, el fallecimiento de su madre adorada, la separación de su padre --que él consideraba abandono-- y una bisexualidad no aceptada en su época fueron hechos que marcaron al sensible, frágil y atormentado Jimmy.

"La gente percibía su sensibilidad", pero era una época en la que se pasó de forma casi instantánea de la masculinidad de John Wayne a la imagen de joven torturado que desprendía James Dean. "El gran público no conocía su vida, ni su ambigüedad, ni su sexualidad, y no lo hubieran aprobado de haberse sabido", opina Besson.