Los Mossos d'Esquadra han detenido a cinco personas que formaban parte de un grupo criminal que presuntamente robaba alimentos en grandes superficies de Catalunya y Valencia para su posterior reventa en una tienda de L'Hospitalet. El establecimiento, regentado por ciudadanos indios, presentaba una pésimas condiciones higiénicas y varios de los productos que estaban a la venta habían caducado, como se comprobó una vez se destapó la trama.

La investigación empezó en noviembre a raíz de una denuncia de hurto en una tienda de Martorell. Los agentes averiguaron que el presunto autor acumulaba numerosos antecedentes y pudieron determinar que formaba parte de un grupo formado por tres hombres que se encargaban de perpetrar los hurtos y después llevaban el material robado a un establecimiento de connivencia, donde el propietario, un hombre de 52 años y vecino de L'Hospitalet, y su trabajador eran los encargados de revender los productos.

El 29 de febrero la policía catalana detuvo a los tres presuntos ladrones -de nacionalidad rumana, de entre 27 y 30 años- por pertenecer a un grupo criminal especializado en hurtos. Con todo, la policía no pudo detener al propietario de la tienda el mismo día que a los ladrones porque este se encontraba de vacaciones. Los agentesprecintaron policialmente el local a la espera de realizar la inspección a su vuelta, aunque sí se consiguió contactar con el trabajador de la tienda, que quedó detenido.

PÉSIMAS CONDICIONES SANITARIAS

El 9 de marzo los Mossos inspeccionaron el establecimiento y detectaron que las condiciones sanitarias del local y de los productos no era correcta, y solicitaron una nueva inspección junto a la Guardia Urbana de L'Hospitalet y su servicio municipal de Seguridad Alimentaria, en la que se detectó una gran cantidad de productos caducados y la existencia de plagas de ratas e insectos.

El propietario del local fue citado a declarar en sede policial el 16 de marzo, a su vuelta de la India, y fue detenido acusado, además del hurto, de blanqueo de capitales y un delito contra la salud pública. Los cinco detenidos pasaron a disposición judicial y quedaron en libertad con cargos, aunque el juez decretó como medida cautelar para los tres ladrones la prohibición de entrar en cualquier supermercado donde hubieran cometido hurtos.