El reconocido violinista Chris Goldscheider ha denunciado a la Royal Opera House al considerar que el prestigioso coliseo de Londres ha arruinado su carrera al situarle durante los ensayos musicales delante de los instrumentos de viento, lo que le ha provocado un problema auditivo irreversible, ha informado hoy la BBC.

El renombrado músico considera que en el 2012 su oído fue "irremediablemente dañado" durante los ensayos musicales para preparar la ópera 'La Valquiria' del alemán Richard Wagner, "a consecuencia de haber situado a los instrumentos de viento inmediatamente detrás" de él, según indican los documentos legales.

El sonido al que estuvo expuesto el músico llegó a alcanzar habitualmente durante las sesiones de ensayo una intensidad de 137 decibelios, que equivale al que emite el motor de un avión.

EN EL CAMP NOU, CON LOS TRES TENORES

Según ha indicado la citada cadena, en la denuncia se especifica que ese ruido le generó un daño traumático "permanente e inmediato". "Durante el último cuarto de siglo he sido músico profesional. La música era mis ingresos. Lo era todo para mí", ha afirmado Goldscheider.

Hijo de un compositor, desde los 10 años el conocido violista ha dedicado seis horas al día a practicar y a ensayar con ese instrumento, que también tocó anteriormente para la Filarmónica de Liverpooly para las Orquestas Sinfónicas de la BBC antes de unirse a la Royal Opera House en el 2002.

Goldscheider fue uno de los músicos que acompañaron a los Tres Tenores en su actuación ante 100.000 personas en el Camp Nou de Barcelona y también interpretó para la cantante pop australiana Kylie Minogue en el canal MTV.

Según el violista, los efectos del daño auditivo han sido "devastadores" en su vida. "Los sonidos ordinarios como el chocar de tazas y vasos me resultan muy dolorosos", ha explicado Goldscheider, que también ha indicado que el llanto de su hija recién nacida el pasado año le produjo "vértigo" y que estuvo convaleciente en la cama durante tres semanas por ese problema.

DETERIORO DE LA SALUD

El músico ha manifestado que el daño auditivo le ha ocasionado la pérdida de su carrera y el deterioro de su salud, y ha precisado que para realizar labores ordinarias como cocinar debe llevar protectores de oído.

Lo más triste, según el músico, es no haber podido escuchar a su hijo Ben, de 18 años, que toca la trompa: "Es un músico fantástico y no he podido escucharle tocar ni practicar desde la lesión".

La Royal Opera House ha negado su responsabilidad, si bien alrededor de un cuarto de estos músicos sufre enfermedades auditivas. El Sindicato de Músicos ha indicado, en declaraciones a la BBC, que los daños auditivos suponen un gran problema para los músicos que tocan en orquestas.