El sector editorial español experimentó un ligero repunte en el año 2015, con un crecimiento de ventas del 2,8%, según el informe anual de la Federación de Gremios de Editores de España, presentado ayer. Sin embargo, desde que el sector tocase fondo en el 2013, la recuperación experimentada ha sido tan leve que la cifra de facturación de las editoriales españolas sigue siendo un 30,8% inferior a la del 2008, el último gran año del libro en España.

Otra consideración ensombrece también el balance: la recuperación se debe casi en su totalidad al crecimiento de las ventas del libro de texto (un 12%), en un año en que correspondía renovar los contenidos en seis cursos debido a la LOMCE, y del libro universitario y científico-técnico (16,5%). Pero si se considera solo las dos materias que suelen tomarse como referencia a la hora de diagnosticar el estado de salud de la lectura, no solo no ha llegado el repunte sino que el mercado sigue retrocediendo: en el 2015, la literatura seguía su caída, con un 1,4% menos de facturación, y el libro infantil y juvenil, pasado el efecto de algunas grandes sagas, caía un 5,9%. En conjunto, el sector editorial facturó en el año 2015 2.257 millones de euros.

“El sector del libro ha comenzado a recuperar el pulso después de casi una década de caída, pero aún no podemos decir que estamos en un estado óptimo”, indica el presidente de la FGEE, Daniel Fernández, quien reclama “la recuperación de las políticas educativas que fomenten la lectura en las aulas y el desarrollo de las bibliotecas escolares”, a la vista de la caída de ventas en el área del libro infantil y juvenil. Según Fernández, este descenso es “la mayor preocupación”, porque puede ser un síntoma de que el libro “está perdiendo su papel central y de prestigio que había tenido siempre”. H