Unos nacen con estrella. Otros, sin embargo, estrellados. Atrevido --por no decir nivel kamikaze-- para los que se encuentran en el segundo caso meterse en el recorrido del encierro de Pamplona. Y más, si cabe, ayer martes, por tener que hacerlo con los toros que cría Borja Domecq.

Y es que la estrella la tenían ayer los seis ejemplares que aguardaban en corrales. Pero no exclusivamente ellos por ser de Jandilla. La estrella, el sino, la suerte acompañó ayer también a los corredores. Lo confirma un parte limpio de heridos por asta de toro y queda más que reafirmado al revisar las imágenes de la carrera. Cosas del capotico.

Un buen quite hizo San Fermín en la curva de Mercaderes. Hurón, Gabriela, Procesado, Labradora, Historieta y Fetiche salieron a por todas. Los jandillas tomaron la Cuesta de Santo Domingo en fila india. Tres de ellos fueron tomando distancia respecto a la manada y así pasaron por el Ayuntamiento. En la calle Mercaderes se les unió el jabonero, dejando por atrás a dos de sus hermanos.

Y es ahí donde el santo desplegó la tela. Mucha mano divina hay que tener para que un mozo saliera ileso tras quedar emparedado en la curva, ser levantado y caer sobre el lomo del jabonero. Los animales retomaron posiciones y el joven salió del recorrido por la parte inferior del vallado. Y tan pancho o tan dolorido. Un punto en el que corrieron ayer dos castellonenses de nombre Alberto: Torrechiva y Zumaquero.

Mientras tanto, Fetiche dejaba de ser el líder de un cuarteto para ser solista por Estafeta. En esa marcha veloz de principio de Estafeta se lo encontró Samuel, de Almassora, que tras varias zancadas en la corta distancia prefirió dejarlo pasar y seguir marcha con los tres ejemplares que le precedían. Éstos, permitieron mayor lucimiento a los mozos metidos en batalla en esos terrenos de primera línea. Ahí encontró su estrella el ondense Joan Varella, que firmó una gran carrera en Telefónica en un bonito mano a mano con Sergio Colás.

A los 2 minutos y 13 segundos se daba por finalizado el encierro. «¡Hemos superado el récord de los Fuente Ymbro!» se felicitaban los astados en los chiqueros de la plaza de Pamplona.