Ángel Cruz y Patricia Ramírez, padres del niño de ocho años Gabriel Cruz, señalaron ayer: «Hoy sin duda es uno de los días más duros a los que nos vamos a enfrentar». Y es que fueron citados por el juez Rafael Soriano para que comparecieran en calidad de testigos en el marco de las diligencias previas abiertas para esclarecer la muerte violenta del pequeño a manos presuntamente de la pareja sentimental del padre, Ana Julia Quezada.

Así lo indicaron en un mensaje trasladado a través del portavoz familiar a los medios de comunicación, en el que remitieron además un collage fotográfico que realizaron con el pequeño en la pasada Navidad para felicitar las fiestas, con el que esperan que «en el día de hoy» pueda «aliviar el dolor» tanto como a ellos.

Ángel y Patricia llegaron junto a sus abogados, Francisco y Miguel Ángel Torres, en un coche rojo, el mismo en el que abandonaron las dependencias judiciales con los citados letrados.

Nada ha trascendido de su declaración pero sí que se han personado como acusación particular tras contratar los servicios del despacho de Torres, el único de Almería que desde sus orígenes atiende solo asuntos penales.

Quien sí habló ante la prensa fue el abogado de Quezada, Esteban Hernández Thiel, quien reclamó «mesura» por «respeto al dolor de la familia, a la administración de justicia y al juicio justo que toda persona merece».