Los pulpos de dos manchas de California (octopus bimaculoides), una especie particularmente conocida por su timidez, se vuelven mucho más sociables de lo habitual cuando están bajo los efectos del éxtasis. Una dosis de MDMA (droga psicoactiva conocida por sus propiedades estimulantes) es suficiente para que algunos ejemplares de esta especie de cefalópodos, conocidos por ser apocados, empezaran a pasar más tiempo con otros llegando incluso a producirse unos acercamiento físicos inusuales en estos animales bastante solitarios.

Este sorprendente hallazgo se desprende de una nueva investigación publicada en la revista Current Biology, en la que se ha estudiado el funcionamiento del sistema de los neurotransmisores de estos invertebrados. Más concretamente, este estudio planteaba analizar de qué manera actuaba el transportador de serotonina en los pulpos para intentar demostrar si estos animales disponían o no de los mismos mecanismos que los humanos para que el MDMA surtiera sus efectos.

SIMILITUDES MOLECULARES // «A pesar de las diferencias anatómicas entre el pulpo y el cerebro humano, hemos demostrado que existen similitudes moleculares en el gen transportador de la serotonina», explica Gul Dolen, de la Universidad Johns Hopkins. «Estas similitudes moleculares son suficientes para permitir que la MDMA induzca comportamientos prosociales en los pulpos, muy parecidas a las que experimentan los humanos», concluye.