Seguro que a los participantes en la Cumbre del Clima no les hará gracia saber que un vuelo de Ryanair se ve obligado todos los lunes a dar vueltas durante 20 minutos esperando a que el aeropuerto de destino abra sus instalaciones. Según informa la web de la cadena SER, se trata del vuelo Barcelona-Santander, que sale cada lunes de la capital catalana a las 6.10 horas y a las 7.10 horas está ya listo para aterrizar en la capital cántabra.

El problemas es que el aeropuerto santanderino no abre hasta las 7.30 horas, con lo que el aparato se ve obligado a hacer tiempo (concretamente 20 minutos) para poder tomar tierra. Este lunes 9 de diciembre, según informa en Twitter la Asociación Parayas, el avión procedente de Barcelona llegó "puntual", a eso de las 7.31, y solo tuvo que dar "una vuelta extra".

Cuenta esta Asociación de Amigos del Aeropuerto que la velocidad habitual del avión es de 690 km/h. Este lunes no pasó de los 620 km/h para demorar la hora de llegada y ajustarla así al horario de apertura del aeropuerto.

Durante esos 20 minutos de espera habituales, las continuas vueltas en el aire que se ve obligado a dar genera un consumo de casi mil litros de queroseno y unas emisiones de más de dos toneladas de CO2.