Miles de familias están confinadas en casa esperando que la puerta se abra. La mayoría llevan así desde mucho antes de la pandemia del coronavirus. Son familiares de desaparecidos que siguen sin saber qué ha ocurrido con su ser querido y a los que el confinamiento puede agravar el estrés que ya sufren. Las denuncias de desapariciones han bajado desde que se decretó la restricción de movimientos con el estado de alarma, aunque los investigadores siguen trabajando para dar respuesta a todos los miles de casos que siguen aún sin respuesta.

Uno de los motivos de este descenso es porque con el confinamiento la gente tiene que estar en casa y no puede marcharse con tanta facilidad. Pese a ello, las búsquedas no se detienen. El trabajo en este ámbito se mantiene, las comisarias siguen estando abiertas las 24 horas para presentar las denuncias y continúan atendiendo todas las llamadas de los familiares y amigos.

En el total de España desde el 2010 se han presentado 40.918 denuncias de menores que han salido de centros tutelados, lo que supone más del 20% de las 202.529 denuncias por desaparición presentadas en la última década. En muchos casos eran reincidentes (121.133) y pudieron resolver rápidamente, aunque según el último informe del Centro Nacional de Desaparecidos sigue habiendo 5.529 búsquedas activas.