El pasado viernes, Dominic Cummings, el principal asesor del primer ministro británico, Boris Johnson, salía a toda velocidad de Downing Street. Pese a escapar por la puerta de atrás de la residencia oficial, las cámaras captaron su marcha precipitada, con una gran bolsa. Johnson dio positivo en la prueba del coronavirus. Ayer, Cummings se hallaba en cuarentena con síntomas del virus. El hombre tras la engañosa campaña del brexit y del triunfo electoral de Johnson, sigue en contacto con el premier, que permanece confinado.

El contagio de Cummings no es una sorpresa. Además de Johnson ha dado positivo por coronavirus el ministro de Sanidad, Matt Hancock, y permanecen en cuarentena con síntomas el responsable de la cartera para Escocia, Alistair Jack, y el consejero médico del Gobierno, Chris Whitty.

Los británicos se preguntan por qué los ministros y otros máximos responsables al frente de la actual crisis no han predicado con el ejemplo y siguieron hasta el jueves manteniendo incontables reuniones, cara cara. «¿Cómo es posible que tres de los cuatro principales miembros del equipo de políticos y expertos médicos a la cabeza del llamamiento nacional para que la gente se quede en casa y observe distancia social, se han permitido caer víctimas del virus», señalaba The Observer.