Mientras que el norte de Italia hasta ahora ha sido la región más golpeada por el contagio del coronavirus Covid-19, el sur es la zona del país donde más gente vive en pobreza y se registra mayor desempleo. Las tensiones están aumentando en todo el país, y recientemente se produjo una pelea en un supermercado en Nápoles de la que se publicaron imágenes en las redes sociales.

La situación en el sur de Italia puede ser más grave ante el riesgo de que las mafias extiendan su poder allí donde las instituciones públicas no alcanzan a dar una respuesta a la crisis. "Si no llega el Estado llega el crimen, que se disfraza de benefactor y te hace comer, y después te pide la cuenta", explica en declaraciones a EFE el alcalde de Nápoles, Luigi de Magistris, que advierte del peligro real de que "el virus desencadene un contagio criminal".

Ante esta situación el Gobierno ya ha adelantado medidas, como ayudas de 4.300 millones a los ayuntamientos y 400 millones en bonos-compra, además de anunciar que extenderá la renta para la ciudadanía, un ingreso mínimo del que dependen muchas familias en el sur.

Fiscal antimafia

Para De Magistris, que antes de alcalde de Nápoles fue fiscal contra la mafia, estas medidas son "un primer paso" pero hacen falta más recursos, sobre todo para los ayuntamientos, "al borde del colapso".

Las alarmas saltaron el fin de semana pasado, cuando un grupo de personas asaltaron un supermercado de Palermo y en las redes sociales se extendieron llamadas a la revuelta. La ciudad ya llevó a cabo una "durísima acción preventiva" para impedir que la situación de necesidad se transforme en un aumento de la violencia.

"En Nápoles tenemos un dicho: el napolitano pasa hambre pero nunca muere. Como sabemos sufrir tenemos una red muy fuerte de protección social que nos da anticuerpos frente al virus del crimen", concluye De Magistris.