Los expertos en la materia creen que justamente ahora, cuando la pandemia nos está recordando la enorme importancia de disfrutar de todos los servicios hídricos de manera continua y fiable, es el momento de impulsar una transición justa que reduzca el consumo hídrico y energético. Es tiempo para definir una estrategia con menos emisiones e implicarnos como sociedad en la recuperación y protección de los ecosistemas para seguir garantizando la sostenibilidad del planeta. La Covid-19 nos ha hecho más conscientes de lo importante que es lograr la continuidad en la prestación de los servicios de abastecimiento y mantener la calidad del agua.

¿Cómo se hace?

Un buen ejemplo es Aqualia, la empresa especializada en la gestión del ciclo integral del agua, cuyos esfuerzos se han focalizado en la reducción del consumo hídrico, la utilización de más energías renovables, la reducción de emisiones y la apuesta por la biodiversidad. El objetivo final es garantizar el buen desarrollo de las comunidades en las que vivimos.

Reducción del consumo hídrico

Para preparar su último Informe de Sostenibilidad, Aqualia ha preguntado por sus inquietudes a 18.000 personas de entre sus públicos de interés. La emergencia climática, la escasez hídrica y las desigualdades en el acceso al agua, son los tres campos de acción que engloban las principales preocupaciones y expectativas de empleados, usuarios, administraciones públicas y medios de comunicación consultados. La respuesta de la compañía se basa en la circularidad del agua y la perspectiva colaborativa. Con tres líneas de actuación, Aqualia crea estrategias para reajustar los consumos: reducción del consumo de agua y la circularidad centrándose en el ODS 12: Producción y consumo responsable.

Por otra parte, Aqualia está mejorando el rendimiento hidráulico aumentando la eficiencia para un aprovechamiento óptimo de los recursos naturales cada vez más valiosos.

La última línea de actuación es el núcleo de la economía circular y el paradigma del consumo del agua: es el uso de recursos alternativos. Aqualia hace un esfuerzo especialmente notable en el reciclado de aguas residuales, que además generan biogás usado como biocombustible vehicular no contaminante de coches; en la desalación del agua del mar y aguas salobres, con procesos como la electrodiálisis, de bajo consumo energético; y en la recarga de acuíferos en una clara apuesta por la biodiversidad.

El experto: Félix Parra, CEO de Aqualia

Avanzar hacia el acceso universal y equitativo al agua requiere una gestión ética basada en valores humanos. Por eso, Aqualia contribuye al crecimiento sostenible aportando un valor económico generado de 1.262,47 millones. Para Félix Parra, CEO de Aqualia, el propósito de la empresa está centrado en las personas, pero tiene claro que existe una interdependencia entre el equilibrio medioambiental y el bienestar social. "Aqualia no es solo una empresa de gestión de infraestructuras públicas. Nuestra contribución al objetivo de ser neutros en carbono para 2050 no busca solo una gestión energética eficaz, sino también el diseño y la construcción de infraestructuras más eficientes energéticamente que permitan aprovechar el material de energía renovable que se genera en los procesos de tratamiento de agua, como la depuración y la desalación." Y finaliza: "Lograr en un 100% la circularidad del agua es un objetivo imprescindible en el contexto actual de escasez hídrica."