La mujer salió al rellano dando voces. Golpeó la puerta de los vecinos que viven justo encima, que abrieron para saber qué ocurría. “Estaba muy nerviosa, decía que su marido se había hecho daño”, recuerda Cristina, cuyo novio siguió a la mujer hasta los bajos del bloque y se encontró con el hombre tumbado en el suelo boca abajo, en la cocina. “Ella no dejaba de preguntarle si estaba muerto y decía que se había caído pero cuando mi novio le dio la vuelta vio la herida en el pecho”.

A las 20.50 horas de ayer domingo, los Mossos de Esquadra recibieron el aviso de que un hombre estaba gravemente herido en su domicilio de la calle Carles Altés de Viladecans. Más vecinos de la calle explican este lunes que, antes de la llegada de las primeras patrullas, vieron a la mujer hablar posiblemente con un familiar, muy alterada, diciendo que su marido “no respiraba”. Cuando los policías se personaron en el lugar, acordonaron una zona de seguridad junto al portal de este edificio, el número 55, y hallaron el cuerpo del marido sin vida, herido por arma blanca. Agentes del Área de Investigación Criminal se hicieron cargo de las pesquisas y acabaron arrestando a la mujer, como presunta autora de un homicidio que habría cometido asestando una puñalada mortal en el torso de su pareja. Un crimen anómalo. Desde que se contabilizan las víctimas de violencia machista en España, a comienzos del presente siglo, han sido asesinadas más de mil mujeres. Ayer en Viladecans ocurrió lo contrario: la mujer mató, presuntamente, al hombre.

28 años de diferencia

La víctima tenía 65 años y la agresora, 37 años de edad. Ambos son de nacionalidad española y no tenían antecedentes policiales ni judiciales por violencia doméstica. Es decir, ni la mujer había denunciado haber padecido malos tratos por parte del hombre ni viceversa. Otro vecino del bloque relató en los instantes posteriores al crimen que la pareja llegó a su domicilio -poco antes del desenlace- enzarzada en una discusión. Según fuentes policiales consultadas por este diario, la principal hipótesis que barajan los investigadores es que la mujer acabó atacando a su marido, 28 años mayor que ella, durante esa bronca que, subrayan, podría guardar relación con un tema de celos, un contexto que resulta frecuente en la violencia machista pero convierte en algo incluso más infrecuente lo ocurrido en Viladecans. Los Mossos no creen que la mujer actuara con premeditación.

El matrimonio se había instalado en estos bajos hacía pocas semanas. En realidad, la mayoría de los vecinos ni siquiera sabían con certeza cuándo y ninguno los conocía. El Ayuntamiento de Viladecans, que tiene un protocolo de duelo para los crímenes de violencia machista, todavía medita cómo actuar en este caso y no ha convocado un minuto de silencio hasta que disponga de información contrastada sobre qué ha sucedido entre esta pareja del barrio Montserratina, a la que las fuentes municipales consultadas tampoco conocían. El vecindario de la Montserratina es una suerte de ensanche de Viladecans. Es el distrito que presenta una concentración demográfica más alta. Creció de golpe con la inmigración del sur de España de los años sesenta y actualmente no es una zona habitada por las familias que más requieren la atención de los servicios sociales.

El caso está en manos del juzgado de instrucción número 6 de Gavà que ha decretado secretas las actuaciones. En un comunicado, el servicio de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha detallado que la sospechosa pasará a disposición judicial este miércoles.