La manifestación convocada a las siete de la tarde de hoy en la Plaza de San Agustín en València en apoyo al rapero Pablo Hasél -detenido el pasado martes en la Universitat de Lleida- ha contado con una notable presencia policial. Centenares de personas se han concentrado contra la "violencia policial" y "por la crisis y a favor de la libertad de expresión", según los lemas lanzados por los responsables del encuentro. Los convocantes también han recordado el reciente episodio protagonizado por dos policías nacionales en Linares y han lanzado diferentes consignas como "llibertat Pablo Hasél", "Los borbones son unos ladrones" y "Libertad de expresión".

La concatenación de hechos ha sido similar a la de la protesta coordinada el pasado martes. Tal y cómo ocurrió en aquella movilización, la movilización ha comenzado de forma tranquila y ha sido a la media hora cuando las primeras fricciones entre los participantes y los cuerpos de seguridad se han sucedido. Un grupo aislado ha intentado desviarse a la cercana calle San Vicente y los agentes han actuado para contener que el gran grupo de gente no se dispersara. Era el primer envite.

Acto seguido, otro pequeño contingente de participantes ha intentado rodear la iglesia de San Agustín con la intención de enfrentarse a los cuerpos de seguridad. "Eran cuatro o cinco, muy pocos y han lanzado alguna piedra. La policía enseguida ha vuelto a cargar", narran testigos presenciales. Los agentes han actuado de forma aislada en dos ocasiones en estos primeros instantes, ya que su intención era mantener al gran grupo de congregados junto como participantes de una manifestación estática. Desde el inicio de la cita un helicóptero policial ha participado en las tareas de control. Más de diez furgones policiales se han trasladado hasta la Plaza de San Agustín y han comenzado a repartirse por las vías cercanas para controlar a los diferentes grupos aislados en los que empezaban a disgregarse los convocados.

Algunos de estos conjuntos de personas han logrado acceder a la calle San Vicente y casi han alcanzado el edifico de la jefatura de la Policía. Ha sido entonces cuando los agentes han decidido lanzar varias salvas, que han causado algunos heridos entre los participantes. Desde entonces, se han dispersado en diferentes puntos del centro como algunas calles de Patraix y la Estación del Norte, siendo en todo momento seguidos por la policía. Durante los momentos de mayor tensión, algunas de la personas movilizadas no han dudado a la hora de entrar en algunos supermercados abiertos para esquivar las cargas de los antidisturbios.