Como cada año por estas fechas, la Asociación Hippocampus comienza su temporada de muestreos para detectar los caballitos de mar que quedan en el Mar Menor. Acostumbrados a usar tablillas de papel bajo el agua, este año han integrado un elemento innovador para poder geolocalizar a estos animales en la laguna salada: un dispositivo móvil de carcasa acuática con la aplicación HPTraker.

Se trata de una app móvil que resultó ganadora del concurso nacional ‘Ocean Hackathon 2020’, que se celebró en Cartagena. El grupo, compuesto por tres cartageneros y que diseñaron HPTraker, resultó ser el premiado al concursar con este proyecto. Mil euros y presentarlo a nivel internacional era el galardón que recibieron, pero después de esto "la idea no se llevaba a cabo y no queríamos que el proyecto muriese. Así que decidimos con el dinero del premio desarrollar esta app", explica Francisco López, jefe de proyectos del Cartagena Oceanographic Research Institute (CORI).

Desde el CORI, junto con los ganadores de la Hackathon, decidieron seguir impulsando esta idea. Elena Torro, una de las ganadoras y programadora informática, y la oceanógrafa Irene González se ofrecieron a crear esta aplicación.

La colaboración de la Asociación Hippocampus también ha jugado un papel clave a la hora de probar esta herramienta y, ahora, se utiliza en sus muestreos. José Antonio Oliver, también ganador del concurso y responsable de muestreos submarinos y coordinador de Hippocampus, apunta que usarán esta app en la veintena de salidas, con periodicidad semanal, que tienen previstas. La primera de ellas comenzó el pasado sábado. En el muestreo de Hippocampus de este fin de semana, que lideraba Oliver, la prueba de la app fue "satisfactoria", por lo que la usarán en las salidas venideras. Desde el CORI se muestran "emocionados" ante los resultados positivos, ya que "fue una idea que surgió con mucha ilusión", según López.

Esta dirección web se resume en dos botones: ‘Hacer seguimiento a un muestreo’ o ‘Añadir expedición’, y en ellos se pueden registrar los tipos de fondo marinos y la latitud y la longitud del lugar exacto donde se ha encontrado un caballito de mar, un pez pipa o aguja, que también son estudiados. "En oceanografía se usan sistemas parecidos. No hay cobertura en el fondo del mar, así que salimos a la superficie para lanzar las coordenadas GPS", explica el encargado del muestreo.

En esta primera salida no han encontrado ningún animal marino, a excepción de tres meros, una especie que no suele habitar en el Mar Menor, según Oliver. Aun así, era algo que esperaban, ya que, después de la DANA y el mal estado de la laguna, cada vez quedan menos caballitos de mar: 1.350 ejemplares censaron en el 2020. En dos años, el Mar Menor ha perdido más de 45.000 caballitos, por eso desde la Asociación piden que sea catalogada como una especie en peligro de extinción.