La Palma tiene el mejor cielo nocturno del mundo. En la Isla Bonita las estrellas, las constelaciones y la vía láctea se pueden ver brillar como en ningún otro lugar en nuestro planeta. La Palma es, gracias a la férrea defensa de su oscuridad, un lugar único para contemplar el universo, o al menos así lo ha dictaminado un reciente estudio, realizado entre varios investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), en el que se ha recogido el brillo del cielo nocturno de los 44 de los lugares más oscuros del planeta, incluidos los Observatorios de Canarias, con el objetivo de desarrollar el primer método de referencia completo para medir el brillo del cielo nocturno natural con fotómetros de bajo coste.

El cielo nocturno no es completamente oscuro, ni siquiera en los lugares más remotos. Siempre existe un brillo del cielo producido tanto por componentes naturales de origen terrestre o extraterrestre, como por emisión de luz artificial resultado de la actividad humana. Aunque las principales fuentes brillantes como la Luna, la Vía Láctea o la Luz Zodiacal son fácilmente reconocibles, existe un resplandor que domina el brillo del cielo en las noches más oscuras, producido en las capas altas de la atmósfera y cuya variabilidad depende de forma compleja de factores como la época del año, la localización geográfica o el ciclo solar, llamado Gegenshein.

Los fotómetros TESS instalados por todo el mundo, han recogido 11 millones de medidas desde 2018, suficientes como para definir un método de referencia para el estudio de la oscuridad natural con dispositivos de este tipo. Entre los resultados del artículo, que se publicará próximamente en la revista The Astronomical Journal, destaca la "observación sistemática de variaciones de corto periodo (del orden de decenas de minutos u horas) del brillo del cielo independientemente del lugar, estación del año, momento de la noche o actividad solar, y que se ha demostrado que están asociadas a eventos que se producen en capas superiores a la mesosfera, es decir, al airglow", explica Miguel R. Alarcón, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y primer autor del artículo.

Por otra parte, al brillo producido por la dispersión de la luz artificial nocturna (LAN) por los componentes de la atmósfera (moléculas de gas, aerosoles, nubes,....) se le conoce como skyglow artificial. Las estimaciones sugieren que más de una décima parte de la superficie terrestre del planeta experimenta LAN y que esa cifra se eleva al 23% si se incluye el brillo del cielo atmosférico. El 80% de la población mundial vive en lugares donde existe contaminación lumínica artificial y aproximadamente un tercio de ella no pueden ver la Vía Láctea. Quedan ya muy pocos lugares en el planeta donde se pueda apreciar, observar y medir la oscuridad natural.

Este trabajo, sin embargo, no solo ha demostrado la gran sensibilidad de fotómetros de bajo coste –que era su objetivo principal–, también ratifica lo que ya muchos se vaticinaban: el cielo nocturno de La Palma es el mejor del mundo. "La red de fotómetros ha vuelto a demostrar que los Observatorios de Canarias juegan en primera división", indicó Miquel Serra-Ricart, astrónomo del IAC y coautor del artículo. Y es que aunque los 44 fotómetros han tomado datos desde lugares como Namibia, Australia, México, Argentina o Estados Unidos, la realidad es que «el Observatorio del Roque de los Muchachos (ORM, Garafía, La Palma) es el más oscuro de todos ellos". "El análisis final del conjunto de los fotómetros TESS muestra el Gegenschein, una débil luminosidad que solo se ve en cielos muy oscuros y que se sitúa en la misma región en la que podemos ver la Luz zodiacal o los planetas", añade Miquel Serra-Ricart, astrónomo del IAC y coautor del artículo. Como puede leerse en el artículo la oscuridad del ORM se acerca a la oscuridad natural –la luz artificial sólo añade un 2% al fondo de cielo–. De la red de fotómetros instalados en la Península, también presentan una gran oscuridad la Comunidad de Extremadura, la región del Montsec (Lleida), Javalambre (Teruel), Sierra Nevada o el Pirineo Navarro.