César Roman Viruete, conocido como el Rey del Cachopo, tomará este martes la palabra para defender su inocencia ante el jurado popular que decidirá si es culpable de matar a su novia Heidi Paz, descuartizarla y hacer desaparecer parte del cadáver. Su letrada ha avisado de que su declaración puede durar horas. "Tiene mucho que contar", dijo la abogada Ana Isabel Peña a los periodistas que este lunes aguardaban a las puertas de la Audiencia Provincial de Madrid, a los que detalló que Román ha dedicado a estudiar y preparar su caso buena parte de su estancia en la cárcel de Soto de Real, en la que está desde noviembre de 2018 tras ser arrestado como presunto autor del crimen descubierto tres meses antes.

El lunes habló en varias ocasiones con su letrada durante primera sesión del juicio, y llegó a apuntarle el nombre de un testigo para ayudarla, mientras las acusaciones advirtieron al jurado de la capacidad de oratoria y convencimiento del procesado.

Tras mantener durante el proceso de instrucción que Heidi Paz podría tener deudas con algún grupo colombiano y por eso pudieron matarla en agosto de 2018, ahora el Rey del Cachopo podría cambiar de versión, ya que su letrada ha apuntado que una de las hipótesis que podría apuntar es la de que Heidi esté viva.

En la sesión de ayer lunes esta abogada se preguntó "qué crimen se ha cometido", al no considerar acreditado que el torso encontrado dentro de una maleta en una nave alquilada por César Román sea de Heidi, y poner de relieve "errores" en la investigación policial.

La declaración del conocido como Rey del Cachopo, nombre al que él mismo dio pie tras asegurar que había ganado varios premios gastronómicos por este plato y llegar a abrir cinco restaurantes, ocupará toda la sesión del martes. La Fiscalía pide 15 años y cinco meses de prisión para Cesar Román por homicidio y profanación de cadáver con las agravantes de parentesco y motivos de género, mientras que la acusación particular ejercida por la familia de Heidi pide 25 años por asesinato con alevosía y agravante de parentesco y género, más otro año por maltrato habitual. La acusación popular ejercida por la Comunidad de Madrid solicita 15 años de cárcel por homicidio con agravante por razón de género.

Las acusaciones coinciden en que el procesado, que en el momento del crimen tenía 45 años, mató y descuartizó a su pareja, de 25 años y origen hondureño, a principios de agosto de 2018 y trasladó el cadáver a una nave que tenía alquilada en el barrio de Usera. Tras separar del tronco la cabeza y las extremidades hizo desaparecer todo salvo el tronco y luego roció parte del cuerpo con sosa cáustica. También quemó algunas pertenencias y sus prótesis mamarias, presumiblemente para evitar la identificación de la víctima. Luego se trasladó a Zaragoza, donde fue hallado trabajando en un restaurante con una identidad falsa y el aspecto cambiado.

La víctima tenía dos hijos menores que residían en Honduras para los que la Fiscalía reclama una indemnización de 300.000 euros, así como otra indemnización para su madre de 100.000.

Unos cuarenta testigos, cerca de medio centenar de policías, forenses, psicológos y facultativos del Instituto de Toxicología y de Criminalística explicarán en los días siguientes al jurado -hasta el 28 de mayo- lo que saben del caso, y los informes que elaboraron al respecto.