Las farmacéuticas Pfizer Moderna, las principales distribuidoras de vacunas contra el covid-19 en España, suben el precio de sus dosis en el último contrato con la Unión Europea. Según apunta un análisis publicado este domingo en 'The Financial Times', un pinchazo de Pfizer pasará de costar 15,50 a 19,50 euros una dosis de Moderna pasará de los 19 a 21 euros, aunque el incremento podría haber alcanzado los 24 euros la unidad. Esto supone que el precio de las inyecciones se ha incrementado entre un cuarto y una décima parte en los últimos acuerdos firmados con Europa.

El aumento del precio de las dosis, desvelan fuentes cercanas a las negociaciones, se podría deber a los buenos resultados de estas fórmulas para frenar los contagios de covid-19 y el buen funcionamiento de su cadena de suministros, sobre todo en comparación con el accidentado camino de AstraZeneca y Janssen. Esto, a su vez, podría haber alimentado la "retórica farmacéutica habitual" de que "si las vacunas funcionan, aumenta su valor". 

Ambas compañías se han negado hacer declaraciones sobre el coste de sus productos alegando cuestiones de confidencialidad. Fuentes cercanas a la Comisión Europea argumentan que una de las razones que podría haber llevado a Europa a pagar un precio más alto es que, en su día, se negoció así para asegurar los suministros de las plantas de fabricación europeas

Opacidad en los contratos

El precio real de las vacunas contra el covid-19 ha sido uno de los secretos mejor guardados de la pandemia. De hecho, todas las negociaciones entre las farmacéuticas y la Comisión Europea, así como los contratos firmados hasta la fecha, han permanecido bajo la más estricta confidencialidad. Imposible, pues, saber si Europa ha pagado más que Estados Unidos. O si, como prometieron las empresas al principio de esta crisis sanitaria, los países de rentas más bajas están pagando menos por estos fármacos.

La opacidad sobre los precios de las vacunas ha sido ampliamente criticada por políticos, oenegés y representantes de la sociedad civil. La presión colectiva logró que a finales de enero, en plena polémica por el reparto de vacunas de AstraZeneca, la Comisión Europea accediera a publicar el contrato con la farmacéutica. Días más tarde, también se filtró el contrato firmado con Pfizer. Eso sí, ambos llenos de tachones y ocultando información clave como, por ejemplo, el coste de producción de los fármacos, el precio de venta de los mismos y el margen de beneficio de las empresas. 

Hace tan solo unos días, la coalición de organizaciones y activistas de 'People's Vaccine' denunció que Pfizer y Moderna se estaban aprovechando de su "oligopolio" para "cobrar a los gobiernos de todo el mundo 41.000 millones de dólares de más sobre el coste estimado de producción de sus vacunas". Según sugiere un reciente análisis realizado por la entidad, la Unión Europea habría pagado hasta 31.000 millones de euros de sobrecoste; el equivalente al 19% de su presupuesto total para 2021.

2.100 millones de dosis hasta 2023

El nuevo contrato de las farmacéuticas con la Unión Europea, destinado a suministrar vacunas a los Veintisiete, incluida España, prevé la entrega de 2.100 millones de inyecciones hasta 2023. Bruselas también se ha reservado el derecho a reclamar 1.800 millones de dosis adicionales de la vacuna de Pfizer "si son necesarias inyecciones de refuerzo y si necesitamos vacunas adicionales en el contexto de variantes".

Las previsiones apuntan a que ambas farmacéuticas podrían generar decenas de miles de millones de dólares este año con la venta de sus vacunas contra el covid-19. Según estima la consulta en biotecnología Airfinity, Pfizer podría alcanzar los 56.000 millones de dólares y Moderna los 30.000 millones con el reparto de estas fórmulas contra el coronavirus. Todo apunta a que los ingresos obtenidos por estas empresas, especializadas en vacunas de ARNM, superarán de largo a otras compañías especializadas en fórmulas más 'tradicionales' como AstraZeneca o Janssen.