Una vez que se cumplieron los peores pronósticos y la lava ha cortado la carretera de la costa, la vida habitual de cientos de trabajadores del plátano, personal del sector turístico de Puerto Naos y vecinos de barrios cercanos como La Bombilla o El Remo han quedado condenados a volver hacia atrás en el tiempo y verse obligados a estar hasta dos horas y media en la carretera para ir a sus casas o a sus quehaceres frente a la media hora de antes. Las administraciones buscan alternativas inmediatas para evitar alargar el aislamiento de estos núcleos, pero nada será igual hasta que no se alcance una vía definitiva cuando el volcán termine de expulsar lava.

Cuando comenzó la erupción del volcán, y en vista de que la colada bajaba muy lentamente, se tenía la esperanza de que no llegara a la vía medular que bordea el litoral suroeste de la isla y que conecta esta zona con el centro y norte de la isla. Sin embargo, en los últimos días ya había surgido la certeza de que la lava fluida que expulsaba la erupción iba a llegar al mar más temprano que tarde. Por eso en los últimos días técnicos del Cabildo de La Palma y de Obras Públicas estaban analizando alternativas y ayer mismo el presidente de la Corporación insular palmera y los tres alcaldes de los municipios más afectados mantuvieron una primera reunión telemática con el consejero de Obras Públicas del Ejecutivo regional, Sebastián Franquis, para abordar esta situación crítica.

La alternativa por el momento a los trabajadores y vecinos de estos núcleos que han quedado aislados ofrece dificultades para los vehículos pesados como camiones y guaguas porque se trata de habilitar vías vecinales o rurales que se tendrán que adecentar de forma urgente. Se trata de adecuar dos caminos, uno de ida y otro de vuelta, por Fuencaliente, en el sur, para llegar a Puerto Naos y los barrios cercanos. La prioridad es que las plataneras que hay en esta zona no se queden abandonadas. Pasar de una zona a otra de la isla tras el corte que ha provocado la lava sí supone rodear media isla por el sur, subir hasta Las Breñas y por el centro acceder a la vertiente noroeste.

El propio Cabildo advierte que las vías que se van a habilitar son de un único sentido y caminos vecinales de titularidad municipal que no están adaptados para un elevado volumen de tráfico, por lo que hay que circular con prudencia y moderación.

Futuro trazado

Tras la reunión de ayer, la Consejería de Obras Públicas negociará con la empresa adjudicataria de las obras de mejora de la carretera LP-2 entre San Simón y Tajuya que una parte de los fondos de la misma se inviertan en esas carreteras que ahora se utilizan como caminos vecinales y no cuentan con las suficientes medidas de seguridad. De esta forma, se ampliarán calzadas y se señalizarán de tal forma que se permita la conexión entre Puerto Naos y sus alrededores con Fuencaliente y el resto de la isla por el sur a través de la LP-211 y la parte no afectada de la LP-2.

Los vecinos y trabajadores del Valle de Aridane y Tazacorte ven su movilidad totalmente trastornada por esta erupción y a corto y medio plazo nada será igual aunque se habiliten estas vías alternativas porque suponen rodeos, más kilómetros diariamente y precaución. ¿Y la solución definitiva? «De cara al futuro hemos acordado con el Cabildo y el resto de administraciones que habrá que estudiar una solución más definitiva para ir recuperando las carreteras que están en este momento cortadas por la lava, como es el caso de la LP-2», señala el Ejecutivo. Por ello, hasta que la colada no finalice su trayectoria hacia el océano y el volcán deje de expulsar lava no se podrá buscar opciones para un trazado definitivo de la futura carretera que sustituya a la actual.

Una de las alternativas que podría estar sobre la mesa es una carretera que se ha planteado en otras ocasiones, que adolece de dificultades técnicas, que uniría Fuencaliente con El Remo por la costa. Han habido anteproyectos y estudios sobre esta posible vía pero siempre se ha descartado por su impacto y la poca estabilidad de las laderas de la zona. Con la nueva carretera del sur y el túnel de la cumbre esta vía se desechó, mientras que ahora vuelve a convertirse en una opción viable si cuando acabe la erupción el paisaje que deja la huella del volcán impide llevar a cabo otras alternativas.

Otro impacto sobre las vías de La Palma que deja el volcán son algunas de las inversiones que figuran en el presupuesto autonómico vigente y las que se puedan incluir en las cuentas autonómicas de 2022. Las consejerías del Gobierno están en pleno debate interno del próximo presupuesto y el Ejecutivo tiene como plazo legal el 31 de octubre para presentar las cuentas en el Parlamento para que puedan entrar en vigor el 1 de enero del próximo año.

La carretera definitiva tendrá que esperar a que finalice la erupción y paren las coladas

En el presupuesto aún vigente se contemplan 5,8 millones para la carretera Bajamar-Tajuya, una obra que se ha alargado en el tiempo y que ahora con las mejoras que estaban realizando entre San Simón y Tajuya puede ver alterado su calendario inicial. También se contemplan 4,6 millones para la vía de acceso al puerto de Tazacorte desde la LP-2 entre Los Llanos y Tazacorte. Estas dos vías, junto a la de Los Llanos-Tijarafe de la LP-1 –con una partida de 7,2 millones de euros– son las que se llevan más presupuestos y que ahora pueden verse alteradas en su calendario de ejecución debido a los problemas derivados de la erupción y que también repercuten en el sistema de regadíos.