Arenales del Sol puede empezar a despedirse, después de cuatro décadas, de las ruinas de un hotel que en los años sesenta colocó a esta playa de Elche en el mapa de toda Europa hasta 1979 que cerró para siempre, pese a todos los intentos que realizaron sus herederos de reabrirlo. Las máquinas ya "han tomado" la parcela del complejo hotelero para derribar definitivamente un esqueleto convertido desde hace décadas en uno de los "puntos negros" de la primera línea del litoral ilicitano.
La constructora que se ocupa de los trabajos de demolición ha empezado este martes a tirar abajo el malogrado edificio. Una enorme pala de varios metros de altura trabaja a todo ritmo para reducir a escombros el inmueble. Vecinos se han acercado a las inmediaciones para no perderse este "momento histórico", tal y como apuntaban algunos. Durante la actuación, será necesaria la presencia de la Policía Local que establecerá un perímetro de seguridad y pondrá en marcha un dispositivo de vigilancia.
También se ha desplazado el alcalde, Carlos González, para comprobar de primera mano el inicio del derribo de un inmueble al que el regidor socialista se ha referido otras veces como un "adefesio urbano que supone un riesgo para las personas y para la imagen de Arenales del Sol". Igualmente ha estado presente la edil de Urbanismo, Ana Arabid.
El primer edil ha calificado también de "acontecimiento histórico para Elche y para Arenales" el derribo y ha dicho que los trabajos durarán tres semanas. La siguiente fase, comenzará después que consistirá en la retirada del escombro y durará entre tres y cuatro semanas, además por orden de Costas se va a regenerar la playa. "Estamos en la recta final de esta situación tan compleja de resolver durante tanto tiempo", ha dicho González, quien ha añadido que "esto pone fin a una decisión de 1997" y ha aprovechado para agradecer a Princesol, los propietarios del edificio, en esta fase final tras la resolución judicial por colaborar para resolver el conflicto.
La esperada operación llega después de todo verano de preparativos y de obras de menor intensidad pero tan complicadas como la retirada de dos toneladas de amianto que cubrían los pilares del inmueble. Tras liberar la vieja estructura del peligroso material tóxico que exigió un protocolo muy específico y el uso de cámaras herméticas, la segunda fase de las obras empieza esta semana. "Han sido trabajos que no han causado molestias vecinales como ya predijimos en su día", ha añadido el regidor socialista.
Fue en el mes de junio cuando los propietarios del hotel obtuvieron la licencia para hacer desaparecer el inmueble que intentaron reconstruir en 2017 con el objeto de reabrirlo como hotel de cuatro estrellas. Tras décadas peleando con las administraciones públicas y los juzgados, hoy se acercan al principio del fin del hotel.
