"Sólo quiero acortar mi nombre eliminando el apellido extra. Además, normalmente no uso Griffith cuando me refiero a mí misma o en documentos. Por lo tanto, eliminar el nombre coincidiría con mi uso habitual", argumentó como motivo en la documentación. De hecho, en la solicitud no se indica ningún problema entre Stella y su madre, por lo que según parece este trámite no tendría nada que ver con un posible enfrentamiento entre madre e hija.

Stella del Carmen Banderas acaba de solicitar el cambio legal de su nombre. La hija de Melanie Griffith y Antonio Banderas, ha pedido al tribunal que se elimine el Griffith de su apellido, según informa el portal 'The Blast'. Según los documentos legales, Stella Del Carmen Banderas Griffith ha solicitado al condado de Los Ángeles que eliminen el Griffith de su apellido, pidiendo que su nuevo nombre sea solamente Stella Del Carmen Banderas.

Hasta hace poco, era el miembro más discreto de su familia y el que menos se prodigaba bajo los focos de la atención mediática, pero todo cambió cuando decidió seguir los pasos de sus padres o de su hermana, Dakota Johnson (31), y comenzar a estudiar arte dramático para probar suerte como actriz... Porque de casta le viene al galgo, dicen. De momento ya se ha estrenado como columnista para la revista Vanity Fair escribiendo acerca de su infancia, que pasó entre el glamour de Hollywood y Málaga, la ciudad natal de su padre, en un artículo que tituló 'Cómo crecer en una familia bilingüe'.

Los recuerdos que Stella guarda de sus visitas a España incluyen comer "bocadillos de Nutella" (bueno, a ver, Stella, ¿no sería manteca colorá?), ver el concurso 'El Grand Prix del verano' en televisión (lo cual nos parece ARTE y un conocimiento pop de valor incalculable), pasear por las calles de Málaga junto a su tía por la noche, comer chocolate con churros y la cenas que se alargaban tres horas. Sin embargo, en su adolescencia (y en especial tras el divorcio de Antonio y Melanie, en 2014, cuando ella tenía 17 años) empezó a perder la "conexión" con sus raíces españolas y eso le provocó una mezcla de "ansiedad, culpa y vergüenza".

"No pasar el suficiente tiempo en España implicaba que no estaba desarrollando el mismo nivel de competencia en castellano que el que tengo con el inglés", ha explicado. "Y en los años en los que casi cesaron los viajes familiares al sur del país, mi conexión con esa parte de mí misma empezó a desvanecerse".

Igual eso ha tenido algo que ver en que haya decidido mantener solo su apellido español y eliminar el americano de su nombre.