Bernardeta quedó ciega hace 16 años. Ahora, un implante instalado en su cerebro por investigadores de la universidad Miguel Hernández de Elche le permite reconocer formas simples e incluso letras. Una tecnología que en el futuro debería adaptarse a cada paciente. A pesar de lo espectacular del avance, los investigadores son prudentes con el alcance de este estudio.