El mundo es ahora un grado más caliente que hace un siglo y, si la humanidad no hace nada para evitarlo, en los próximos cien años la temperatura podría subir varios grados más. El avance del calentamiento global, alertan los expertos, no solo está devastando ecosistemas de todo el mundo. También se ha convertido en una de las mayores amenazas para la salud humana. El aumento global de las temperaturas aumenta la posibilidad de que surjan brotes de enfermedades tropicales como el dengue, el chikunguña y el zika en el norte del planeta, Europa incluida, destaca la última radiografía global de 'Lancet Countdown' sobre crisis climática y salud. 

El estudio, presentado este jueves bajo la firma de 93 científicos punteros de todo el mundo, supone el enésimo toque de atención a los gobernantes que en tan unas semanas se reunirán en la Cumbre del Clima de Glasgow (COP26) para discutir el futuro de la lucha contra la crisis climática. "Cada día que demoramos en dar una respuesta al cambio climático la situación se vuelve más grave. Es hora de darse cuenta de que nadie está a salvo de los efectos de esta crisis”, exclama Maria Romanello, autora principal de este trabajo donde, por sexto año consecutivo, se destaca "el aumento constante de las repercusiones del cambio climático sobre la salud". 

"Cada día que demoramos en dar una respuesta al cambio climático la situación se vuelve más grave"

Según destaca este nuevo informe, el número de mosquitos responsables de enfermedades tropicales como el dengue o el zika ha crecido exponencialmente desde, al menos, la década de 1950. Ahora mismo, de hecho, se estima que hay un 7% de mosquitos tigre (Aedes albopictus) y un 13% más de mosquitos del dengue (Aedes aegypti) que hace 70 años. Estos insectos, habituales de los climas húmedos y cálidos, han encontrado una oportunidad con el calentamiento global para expandirse por el mundo y alcanzar lugares que, hace tan solo un siglo, eran demasiado fríos para su supervivencia.

El informe también argumenta que el calentamiento global está aumentando la posibilidad de que surjan infecciones por malaria en zonas de alta montaña del sur global donde, hasta ahora, no se daban las condiciones para la expansión de este tipo de enfermedades. Los registros muestran que la cantidad de meses con factores ambientales adecuados para la transmisión de la malaria (Plasmodium falciparum) ha aumentado un 39% desde 1950.

La subida de los termómetros también está haciendo que las costas del norte de Europa y de Estados Unidos se vuelvan más propicias para la proliferación de bacterias que producen gastroenteritis, infecciones graves de heridas y sepsis. "El cambio climático amenaza con revertir años de progreso en materia de salud pública y desarrollo sostenible. En los países de bajos recursos, estas dinámicas ponen en riesgo décadas de progreso hacia el control o la eliminación de estas enfermedades", destaca el estudio. 

Sin planes de adaptación

La creciente amenaza de la crisis climática para la salud humana choca con la falta de herramientas para mitigar el impacto de esta crisis. De hecho, según desvela este análisis, solo 45 de los 91 países estudiados (un 52% del total) disponen de un plan de evaluación y adaptación de los sistemas de salud ante el cambio climático. Los países de bajos ingresos vuelven a destacar como los menos preparados para hacer frente al impacto sanitario de la crisis climática y, a su vez, también como los más expuestos a las consecuencias más crudas de este fenómeno. Un 69% de las regiones que no disponen de un plan específico sobre salud y medio ambiente achacan esta carencia a la falta de recursos económicos y humanos

El informe se muestra especialmente preocupado con esta brecha entre el norte y el sur global. Los expertos ilustran este problema con algo tan actual como que, tras diez meses de vacunas contra el covid-19, los países ricos ya han vacunado a más del 60% de su población mientras que las regiones más pobres tan solo han protegido al 3,5% de los suyos. "Este informe expone desigualdades similares en cuanto a la mitigación del cambio climático", zanja el estudio. "La salida de la pandemia de covid-19 ofrece una oportunidad sin precedentes de garantizar un futuro saludable para todos", reclaman los expertos. 

En vísperas del arranque de la Cumbre del Clima de Glasgow, la revista científica 'The Lancet' aprovecha la publicación de este emblemático informe para recordar que "la COP26 es la última oportunidad para frenar la crisis climática". "Nuestra salud está pagando el precio de la falta de acción sobre el cambio climático. El informe de 'Lancet Countdown' nos muestra hasta qué punto nuestra salud está en peligro. También nos muestra lo mucho que podemos ganar si adoptamos medidas climáticas ambiciosas: aire más limpio, reducción de los costes sanitarios y una sociedad más sana y justa", añade María Neira, Organización Mundial de la Salud (OMS). "El argumento de la salud para la acción climática nunca ha sido más claro; ¿a qué estamos esperando?", zanja.