El Periódico Mediterráneo

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Entrevista EULALIA CARRATO Psiquiatra

"Depredadores sexuales como el de La Rioja no son reconducibles ni existen tratamientos efectivos"

La psiquiatra Eulalia Carrato, jefa del Servicio de Salud Mental en el Departamento de Salud de Elda, en su consulta en el hospital el día de su jubilación.

Licenciada en Medicina en 1979 en la Universidad Autónoma de Madrid y especialista en Psiquiatría, entre los años 1989 y 1991 trabajó en el Psiquiátrico Penitenciario de Fontcalent. Desde entonces y hasta su reciente jubilación ha formado parte de la Unidad de Salud Mental del Departamento de Elda, asumiendo en 2005 la coordinación y desde 2010 la jefatura. Tras una trayectoria profesional encomiable la doctora Eulalia Carrato ha alcanzado la jubilación.

¿Las enfermedades mentales que trataba en su consulta en los años 80 son iguales que ahora?

En general sí, aunque ahora hay un mayor crecimiento en trastornos de alimentación y personalidad. También se solicita más ayuda para el malestar emocional y esta situación repercute en que los profesionales se ven desbordados por la demanda asistencial porque, además, en esta profesión la variable tiempo es importantísima en la consulta.

¿Y cómo solucionarlo?

Creando dos circuitos. Uno para la enfermedad mental propiamente dicha y otro para que aquellas personas, que por sí mismas no pueden manejar el malestar emocional, dispongan de recursos para afrontarlo y aprender a solucionarlo. Cómo aplicarlo es algo que habrá que resolver.

¿Cuáles son los factores que pueden hacernos caer en una enfermedad mental?

Una infancia con dificultades en el afecto, que se traduce en no sentirnos queridos y valorados por los otros; las dificultades económicas y laborales importantes; no tener buenas relaciones interpersonales y habilidades en la relación social; tener una autoestima y una autoimagen negativa o bien centrarnos excesivamente en nosotros mismos y no tener hábitos cotidianos saludables.

¿Episodios como el de la doctora que acuchilló a dos personas en Madrid tras sufrir un brote psicótico se pueden evitar?

No sé si es posible controlar todas las consecuencias pero yo haría un seguimiento más intensivo e incisivo de enfermos con potencial heteroagresivo alto. También necesitaríamos tener una mayor cobertura comunitaria para los enfermos mentales graves que tienden a vivir de forma aislada y sin contactos sociales ni ocupacionales.

¿Agresores sexuales reincidentes como el que ha asesinado a un niño de 9 años en La Rioja son irrecuperables?

Ese tipo de comportamientos se consideran desviaciones o perversiones sexuales y están catalogados dentro de las clasificaciones diagnósticas. Son imputables judicialmente porque saben lo que hacen y que están saltándose la ley. Para ellos no existe tratamiento, son casos irreversibles, y las pocas opciones terapéuticas de las que disponemos son la vía farmacológica o la psicológica. Pero estos tratamientos no han demostrado ser lo suficientemente efectivos, por lo tanto a nivel sanitario no son reconducibles, sobre todo en casos tan graves como el ocurrido en La Rioja.

¿Y qué puede hacer la sociedad para protegerse?

Solo se puede hacer un seguimiento de los casos con servicios especializados para evitar el delito. En las juntas de tratamiento de las cárceles hay técnicos y en muchas ocasiones informan al juez de que el depredador sexual puede volver a delinquir si recupera la libertad. Pero los jueces tienen que aplicar la ley...

¿Por qué están aumentando entre la juventud las tentativas de suicido en los últimos años?

Porque la juventud es una etapa de cambios y hay una serie de tendencias sociales, como la falta de la cultura del esfuerzo y de determinados valores, que favorecen la fragilidad emocional en esta franja de edad.

¿Esa tendencia a autoagredirse entre los jóvenes, con juegos que en algunos casos les lleva a la muerte, es un fenómeno actual o ya se daba antes?

La autoagresión ha existido siempre pero las redes sociales ayudan a conocer prácticas que ante situaciones de fragilidad favorecen esas conductas.

La psiquiatra Eulalia Carrato en el Hospital General Universitario de Elda. ÁXEL ÁLVAREZ

¿Y con las personas con delirios paranoides que han cometido crímenes ocurre lo mismo?

No. Son casos diferentes. Realmente en el conjunto de pacientes con delirios paranoides la incidencia de actos violentos es más escasa que en la población general. Pero eso no significa que se pongan medios para que no ocurran y, entre ellos, uno sería aumentar los recursos para favorecer la integración de las personas con enfermedad mental grave en la vida cotidiana.

¿Ha sufrido alguna reacción violenta en su consulta?

Sí aunque muy pocas. Hay que tener en cuenta que en las urgencias psiquiátricas atendemos situaciones con conductas heteroagresivas. Es cierto que hemos observado un aumento de estas conductas en la población.

¿La pandemia del covid-19 nos dejará secuelas mentales?

Sí. Ha aumentado la enfermedad mental en jóvenes, personas mayores y personas con enfermedad mental previa. Y, según como se desarrolle la economía, nos traerá más enfermedad mental o no, pero ha traído también cosas buenas: ha dado visibilidad a la importancia de la salud mental y ha permitido demostrar la generosidad de muchas personas.

¿La sociedad occidental está enferma mentalmente?

No, en absoluto.

¿Algún consejo para mantener el equilibrio?

Yo creo que para vivir con plenitud tenemos que tener un proyecto vital, buscarle un sentido a la vida, y para mí ese proyecto vital ha sido mi profesión.

¿Cómo eran las Unidades de Psiquiatría cuando empezó a desempeñar su trabajo y cómo son ahora? ¿En qué han cambiado?

Básicamente las Unidades de Salud Mental son iguales porque se crearon como equipos multidisciplinares y, aunque hay algún profesional más, son dispositivos asistenciales con necesidad de crecer mucho más en recursos humanos, que es nuestra principal arma de trabajo, la relación terapéutica, puesto que conforme han pasado los años la demanda asistencial ha crecido de forma significativa. El servicio de Salud Mental sí ha crecido en dispositivos asistenciales específicos, ahora tenemos una Unidad de Salud Mental infanto-juvenil, la planta de hospitalización psiquiátrica, un Hospital de Dia de adultos y un equipo de tratamiento asertivo comunitario formado por cuatro profesionales que se desplazan a los domicilios.

¿Por qué la sociedad se solidariza con quien sufre por ejemplo un cáncer y rechaza a los enfermos mentales?

Por el desconocimiento que hay sobre la enfermedad mental.

¿Cómo ha evolucionado el tratamiento y la visión social de los enfermos mentales en los últimos 40 años?

Hemos avanzado mucho y también nos queda mucho que recorrer. La población general ha ido perdiendo el miedo a la enfermedad mental más leve. Pero los casos graves siguen infundiendo mucho miedo personal y social. Todavía hay familias o personas que la ocultan. El estigma y autoestigma siguen existiendo a pesar de que hay campañas mundiales para frenarlo. Los propios profesionales hemos aprendido a ver la enfermedad mental de otra manera y a tener una visión holística de la misma, ver a la persona con enfermedad mental como un todo: con su parte biológica, emocional, relacional y que pertenece a una comunidad con sus reglas.

En la provincia de Alicante ¿la Psiquiatría tiene algo de lo que presumir que la diferencie del resto de España?

En realidad la provincia ha ido retrasada en el crecimiento de recursos pero algo que sí puedo destacar es que en el Departamento de Salud de Elda, desde la apertura de la planta de Psiquiatría, hemos trabajado para dar a conocer la importancia de la Salud Mental en nuestro ámbito y, como hito importante, cabe señalar que en enero de 2017 iniciamos un programa que entonces solo existía en Inca, en Mallorca. Fue convertir la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica de Elda en una Unidad de puertas abiertas -las plantas de Psiquiatría son plantas cerradas- con un enfoque de reducción de medidas coercitivas y la creación de un entorno terapéutico seguro, con la participación activa de los pacientes ingresados en la Unidad.

¿Por qué decidió dedicarse a esta especialidad? ¿Se sintió discriminada en los primeros años por ser mujer en una rama de la Medicina constituida mayoritariamente por hombres?

De siempre me ha interesado saber cómo funcionamos las personas, cómo es la mente humana, que es mucho más compleja que otras partes del organismo, y también cómo gran parte de los médicos tengo una vocación de ayudar. Cuando llegué a Alicante procedente del Hospital Psiquiátrico de León ya había alguna generación anterior a la mía trabajando como psiquiatras. Es cierto que cuando terminé la especialidad estaba rodeada de hombres. Sin embargo ahora, y desde hace años, ya hay muchas más mujeres en la profesión. Afortunadamente nunca me he sentido discriminada por ser mujer y profesional. 

¿Es cierto que entre la cordura y la locura hay una línea muy fina?

Yo creo que no. Dependerá de tu desarrollo como persona, si has tenido en tu infancia unos vínculos afectivos suficientemente buenos y si cuidas tu salud física y mental es muy difícil presentar problemas mentales, aunque no podemos obviar la carga genética que todas las personas tenemos.

¿De qué se siente más satisfecha en su trayectoria profesional?

De haber podido hacer crecer el servicio de Salud Mental del Departamento de Elda y haber tenido fuerza y constancia para seguir adelante. También he de decir que he tenido la suerte de contar con la colaboración de las personas que lo integran que han apoyado mis ideas.

¿Hay algún enfermo que recuerde con especial cariño?

Recuerdo con cariño a los primeros pacientes que tuve en León que, hasta hace pocos años, me felicitaban por Navidad. Recuerdo a muchas personas que atendí en la Unidad de Salud Mental y a los que he tratado últimamente. El vínculo que se establece entre paciente y profesional es muy especial.

¿Se aburrirá ahora que está jubilada?

Soy una persona muy activa, que me entusiasmo fácilmente y me interesan muchas cosas. Voy a viajar más, que es una de mis pasiones, a formarme en cosas que antes por lo ocupada que estaba no podía y a estar más tiempo disfrutando de mi familia 

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