China es el país del mundo cuya flota de arrastre emite más CO2 con magnitudes por encima de cualquier otra nación, según un informe que sitúa a los españoles en el puesto décimo, por detrás de otras potencias pesqueras europeas.

El informe resalta el impacto de las flotas de arrastre de fondo en el medio ambiente y su emisión de gases de efecto invernadero.

La investigación ha sido realizada varias entidades, entre las que figuran CEA Consulting, la iniciativa Sea Around Us de la Universidad de Columbia Británica (Canadá) -en la que participa el conocido profesor Daniel Pauly- y Fauna & Flora International.

Entre otros aspectos, resalta que los arrastreros de China emiten 769 millones de toneladas de CO2 al año y que, en segundo lugar figuraría Rusia, con 84,7 millones de toneladas, mientras que las correspondientes a los barcos españoles ascenderían a 22,8 millones de toneladas.

El informe indica que gran parte de las flotas emisoras son europeas, si bien dentro de la Unión Europea (UE), donde España es la primera potencia pesquera, hay otros cinco países costeros con flotas que tienen un impacto en la emisión de gases de efecto invernadero superior al de los pesqueros españoles.

Según esta clasificación, las flotas arrastreras más contaminantes serían las de: China (1), Rusia (2), Italia (3), Reino Unido (4), Dinamarca (5); Francia (6), Holanda (7), Noruega (8), Croacia (9) y España (10).

"La pesca de arrastre de fondo tiene un gran impacto único, uno que puede llevar a la destrucción de hábitats, conflictos costeros y emisiones importantes de carbono relacionadas con el combustible", según la investigación.

Añade que estos efectos "son incluso más críticos si se considera dónde se efectúa geográficamente la mayor parte de la pesca de arrastre de fondo, en las aguas del Sudeste Asiático y África".

Los responsables del estudio han subrayado que el arrastre, cuya aparición data de hace 600 años, requiere una gestión innovadora y cambios.

"Las soluciones deben considerar dinámicas más amplias – como cambios sociales en la cultura pesquera, el aumento del comercio mundial de productos del mar y patrones de consumo de alimentos – para evitar las consecuencias accidentales. Los legisladores ONG, o comunidades- no debiesen considerar aisladamente las soluciones para gestionar o limitar la pesca de arrastre de fondo", según el informe.

Asimismo, han reclamado una gestión de los caladeros que garantice el respeto a los derechos humanos.