El PP ha apoyado este año la aprobación de cuatro leyes con significativos avances en la lucha contra la violencia machista y ha secundado la renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Sin embargo, esta disposición a pactar medidas para combatir la violencia contra las mujeres contrasta con la mínima presencia que esta materia tiene en el discurso público del partido.

Los populares han votado en el Parlamento a favor de la ley contra la violencia en la infancia, de la ley que ha acabado con la incapacitación judicial de las personas con discapacidad, de la ley de medidas urgentes en materia de protección y asistencia a las víctimas de violencia de género y, este mismo martes, han respaldado la proposición de ley que mejorará la situación de los menores huérfanos de la violencia machista. Todas estas legislaciones contienen importantes medidas contra el maltrato machista. Además, el pasado 25 de noviembre rubricó la renovación del Pacto de Estado junto a todo el arco parlamentario (salvo la extrema derecha).

Esta actitud conciliadora no tiene, sin embargo, reflejo en su agenda, en sus manifestaciones públicas. El PP no saca pecho de su papel en la lucha contra la violencia de género, no hace gala del entendimiento con el resto de fuerzas políticas a favor de las víctimas, sino que opta por la discreción y adopta un perfil bajo en estos temas.

Como ejemplo, el día en que se firmó el Pacto - bajo la atenta mirada del presidente del Gobierno y de los presidentes del Congreso y del Senado- la persona encargada de sellar el acuerdo en representación del PP fue Marga Prohens y no la portavoz Cuca Gamarra, cuando el resto de fuerzas políticas enviaron a sus portavoces al acto.

El espacio de la derecha se ha vuelto más complejo por la presencia de Vox, que niega sistemáticamente la violencia contra las mujeres y critica con dureza al PP con un relato de "derecha blanda" por la postura de los populares en asuntos como este.

Postura firme

La polarización y el hecho de estar en la oposición, y no en el Gobierno, también influyen a la hora de trazar la hoja de ruta de aquellas cuestiones a las que el PP otorga mayor relevancia.

Además, el poder del partido está capitalizado por Pablo Casado y su número dos, Teodoro García Egea, a quien le caracteriza la mano de hierro en casi todas sus decisiones. En la actual cúpula, Cuca Gamarra atesora el papel femenino de mayor relevancia al ocupar la portavocía parlamentaria (que además es una convencida de que el PP debe dar batalla en la igualdad y se ha declarado feminista a diferencia de muchas de sus compañeras), aunque sus competencias no interfieren en los asuntos de partido. En el caso de Ana Beltrán, secretaria de Organización, comparte muchas de las tareas internas con el propio Egea, que al final es quien da luz verde a todas las cuestiones importantes. Elvira Rodríguez se ocupa de la coordinación económica y Ana Pastor fue integrada en la dirección en 2020 también. La formación conservadora funciona de manera absolutamente jerarquizada y Casado delega en su secretario general el día a día.

Compromiso "inquebrantable"

Gamarra defiende en conversación con El Periódico de España que su partido tiene un "compromiso incuestionable e inquebrantable" con la lucha contra la violencia de género y niega que ésta esté ausente en el discurso de los populares.

"Somos coherentes y creemos en la lucha contra la violencia de género y en la protección a las mujeres víctimas y a sus hijos. El PP siempre va a estar, no sólo apoyando leyes, sino en el impulso para que sigamos avanzando. Estamos plenamente orgullosos de ello y lo decimos una y otra vez", subraya.

Sin embargo, fuentes vinculadas al partido reconocen que el PP "no sabe vender lo que hace y menos en estos temas" y achacan la poca trascendencia de estos temas a la filosofía de no utilizar la violencia de género como herramienta electoral o arma arrojadiza entre partidos: "Es algo de todos, tenemos que estar unidos. Nunca vamos a votar en contra de ninguna medida que vaya a mejorar esta lucha".

Gamarra incide en que el PP ha tenido un papel activo a la hora de exigir al Gobierno el cumplimiento íntegro del Pacto de Estado, así como de demandar que se tomen en serio e investiguen los abusos sexuales a menores que tutelan las administraciones públicas.

Las leyes con "sí" del PP

Este martes, el PP apoyaba el texto legal que evitará que los huérfanos de la violencia machista tengan que lidiar con una espiral de dificultades económicas y burocráticas tras la pérdida de su progenitora. Además de esta ley, que mejorará la protección a los hijos e hijas de las mujeres asesinadas en crímenes machistas, los populares han respaldado otras tres iniciativas este año con importantes medidas contra el maltrato.

Muy importante ha resultado la Ley de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, que prohíbe la aplicación del denominado "síndrome de alienación parental" (SAP) a la hora de determinar la custodia de los menores.

Además introduce, junto a la Ley de apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica -también apoyada por el PP- un cambio de paradigma en la regulación del régimen de visitas de los menores que conviven con las víctimas de violencia doméstica y de género, un nuevo enfoque legal en vigor desde septiembre.

Ambas normas incluyen cambios legales en la Ley de Enjuiciamiento Criminal y el Código Civil para impedir que se establezca un régimen de visitas en el contexto de una orden de protección por violencia de género y para suspenderlo cuando el progenitor esté incurso en un proceso penal por violencia machista o la autoridad judicial detecte indicios fundados de maltrato. En ningún caso podrá haber visitas cuando el progenitor se encuentre en prisión o haya sido condenado con sentencia firme por maltrato.

Los populares también apoyaron en marzo la ley para asegurar la protección y la asistencia a las mujeres y los menores víctimas de violencia de género y a las víctimas de trata con fines de explotación sexual en el contexto de la emergencia sanitaria por el coronavirus, que persigue garantizar el funcionamiento de los servicios de asistencia y protección integral de estas mujeres en el contexto de la pandemia

Aborto y 'solo sí es sí'

Sin embargo, la disposición al acuerdo en cuestiones relativas a la violencia de género en el ámbito de la pareja o la expareja no se extiende a otras iniciativas impulsadas por el Ministerio de Igualdad.

Es el caso del proyecto de ley de garantía integral de la libertad sexual, la ley del sólo sí es sí, contra la que el PP defendió una enmienda a la totalidad, a pesar de que la ministra Irene Montero le tendió la mano para alcanzar consensos con el objetivo de proteger mejor a las mujeres frente a los delitos sexuales.

Tampoco se encontrarán en la reforma de la ley del aborto que prepara el departamento de Montero, ni en la proposición de ley socialista con la que se pretende penalizar el acoso que padecen las mujeres en las clínicas de interrupción del embarazo.

Recursos

El 016 atiende a las víctimas de todas las violencias contra las mujeres. Es un teléfono gratuito y confidencial que presta servicio en 53 idiomas y no deja rastro en la factura. También se ofrece información a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y asesoramiento y atención psicosocial mediante el número de Whatsapp 600 000 016. Además, los menores pueden dirigirse al teléfono de ANAR 900202010. Todos los recursos contra la violencia de género.