Más de un centenar de inmigrantes subsaharianos han abandonado a última hora de anoche las instalaciones del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) en señal de protesta por llevar muchos meses en su interior y no poder viajar a la Península como es su intención.

Fuentes policiales han confirmado a EFE que la protesta se ha iniciado cuando los inmigrantes han optado por salir del recinto y protagonizar una sentada a las puertas del mismo. Esta situación ha motivado la presencia de los efectivos de la Policía Nacional, que han sido alertados por la dirección del CETI en señal de que se pudiera producir algún incidente.

Los inmigrantes subsaharianos han explicado que no piensan volver a entrar en el CETI hasta que se les dé una solución al indicar que hay compañeros que llevan más de siete meses en el recinto sin poder viajar. Estos inmigrantes han señalado a los periodistas que los inmigrantes que solicitan asilo salen de Ceuta hacia la península en menos de tres meses y que la mayoría de ellos -los que protagonizan la protesta- llevan más de siete meses.

Este abandono del CETI culmina una jornada que comenzó a primeras horas de la mañana con altercados en el recinto y el comienzo de una huelga de hambre. Los altercados se han saldado con dos vigilantes de seguridad heridos de carácter leve.

Tres representantes de este grupo de subsaharianos mantuvieron una reunión con el director del CETI para exponerles sus demandas. La gran mayoría de estos subsaharianos que han protagonizado este altercado son naturales de Mali y de República de Guinea, no siendo ninguno de ellos demandante de asilo. Uno de los jóvenes subsaharianos ha precisado asistencia sanitaria al presentar síntomas de deshidratación al haber indicado que no había ingerido ningún alimento desde anoche.

La ocupación del CETI ronda los 250 inmigrantes, de los que 220 son de origen subsaharianos y el resto de otras nacionalidades. La Delegación del Gobierno ha dicho a Efe que el CETI cierra sus puertas a las 23,30 horas y que aquel inmigrante no esté en su interior está obligado a dormir en la calle. Mientras tanto, la Policía Nacional, con la Unidad de Intervención Policial (UIP), mantiene un despliegue a las puertas del recinto para evitar que se produzcan incidentes, aunque la protesta está siendo pacífica.