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El apagón del volcán de La Palma sorprende con la elevación del suelo en Jedey

El Pevolca aclara que las deformaciones del terreno y la sismicidad en la zona continuará durante meses o incluso años

Dos profesionales de la UME inspeccionan la zona próxima al volcán. / ANDRÉS GUTIÉRREZ

La inactividad del volcán de La Palma continuó ayer, a pesar de que, durante la noche del domingo, se detectó una deformación del terreno de ocho centímetros de altura en una de las estaciones de medición. Esa elevación del suelo se apreció en un único punto, en Roques de Jedey, y la máxima expresión del fenómeno se registró a las 22:00 horas del domingo, pues a partir de ese momento ha remitido, según la información de la portavoz del Comité Científico del Pevolca, Carmen López, para la que ese episodio no varía el informe general sobre agotamiento del proceso volcánico.

López matizó que esa deformación fue "muy local" y "durante unas horas". De hecho, la científica aclaró que, con independencia de la inactividad, la sismicidad y las deformaciones del terreno continuarán durante varios meses e, incluso, años. Y, como ejemplo, puso lo ocurrido con el volcán Tagoro, en Hierro, hace una década, donde tales episodios siguieron años después de que dejara de salir lava al fondo marino. Para López, tanto la sismicidad como las deformaciones del suelo son "procesos muy intensos que requieren de procesos de reajuste muy amplios".

La estación de Roques de Jedey detectó, a las 22:00 horas del pasado domingo, una elevación del suelo de 8 centímetros, pero esa deformación remitió desde ese momento.

Gases invisibles

La emisión de dióxido de carbono en el Valle de Aridane refleja un valor superior al promedio de los valores de fondo, de forma concreta 8,5 veces por encima de dicho nivel. Al hablar de los gases invisibles, López planteó que en algunas zonas concretas de Cumbre Vieja "se recuerda que estas emanaciones pueden presentar un peligro para las personas, siempre y cuando se registren unos valores altos y estén en zonas no bien ventiladas" y, al menos, un metro por debajo de la superficie del suelo.

Al hablar de la calidad del aire, la representante del Comité Científico señaló que el dióxido de azufre estuvo el domingo en "niveles buenos" en todas las estaciones, pues no se superaron los valores límite horarios o diarios. En cuanto a las mediciones de ayer lunes, López explicó que se mantuvieron igual que anteayer, excepto en la estación de San Antonio, donde se apreciaron "niveles regulares" durante la madrugada.

López informó de que los indicadores "corroboran el agotamiento del proceso eruptivo, aunque no es descartable un nuevo repunte de la actividad". Durante la rueda de prensa ayer, explicó que, para poder decir que la citada actividad eruptiva está finalizada en las faldas de Cumbre Vieja los actuales datos se deben mantener durante los próximos cinco días.

En palabras de Carmen López, sigue la emisión visible de gases de forma puntual y esporádica en las zonas de los centros eruptivos. En algunos jameos de los tubos lávicos todavía se ven incandescencias ligadas a la lava que está en proceso de enfriamiento.

Frente atlántico

La portavoz científica explicó que, desde el punto de vista de la meteorología, para ayer estaban previstos intervalos nubosos con probables lluvias débiles y ocasionales, sobre todo en la vertiente suroeste de La Palma. A partir de anoche, también se contemplaba la llegada de un frente atlántico "y esta estructura frontal provocará precipitaciones persistentes, con probabilidad de ser puntualmente fuertes y acompañadas de tormentas", aseguró.

El viento podrá llegar en algunas zonas a 80 kilómetros por hora y ayer ya se emitieron avisos por fenómenos meteorológicos adversos por parte de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), con el objetivo de que la población adopte las medidas de prevención adecuadas en estas circunstancias y evitar así accidentes e incidencias diversas.

Respecto al tremor, la representante de los científicos dijo que "sigue a nivel de ruido de fondo, continúa como en anteriores días". En cuanto a la sismicidad, es de baja magnitud, inferior a 2,5 según la escala utilizada para estos episodios. Y los parámetros muy bajos se dan en todas las profundidades.

Solidificación

A lo largo del pasado domingo hubo una emisión muy baja de dióxido de azufre, con unos valores inferiores a 0,5 kilogramos por segundo. En palabras de López, las tasas de emisión son bajas o muy bajas en este ámbito y no están relacionadas con el nuevo ascenso de magma, sino con un proceso de solidificación del magma superficial en los conductos de los centros eruptivos.

Sobre otro de los valores que se tienen en cuenta en estos procesos, las partículas menores de diez micras, Carmen López afirmó que se registra un ligero incremento de la concentración de las mismas en todas las estaciones de medición, "con un ligero pico" en la situad en El Pilar a las 16:00 horas del pasado domingo. "Pero se mantienen niveles buenos o razonablemente buenos" en todos los citados puntos de control; es decir, que no se superaron los niveles diarios de riesgo.

Este lunes un total de 551 personas seguían realojadas en alojamientos turísticos, lo que suponen cinco menos que el domingo. La mayoría está en un hotel de Fuencaliente.

Rubén Fernández, portavoz de la Dirección Técnica del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) explicó que, en la jornada de ayer, había 551 personas fuera de sus hogares habituales o el de sus familiares o amigos. Esta cantidad supone cinco ciudadanos menos de los contabilizados el domingo en la misma situación. De esa cifra global, 387 están alojados en un hotel del municipio de Fuencaliente; 71 en Los Llanos de Aridane y otros 93 en instalaciones turísticas de Breña Baja. Además, 43 ciudadanos dependientes siguen en residencias sociosanitarias pertenecientes al Cabildo de La Palma.

Los encargados de gestionar la emergencia siguen preocupados por las concentraciones de gases en enclaves como La Bombilla, Puerto Naos o El Remo, ya que las mismas pueden resultar muy nocivas, e incluso letales, para las personas. Integrantes de la Unidad Militar de Emergencias (UME), Guardia Civil y Policía Nacional continúan con su labor para el control de los accesos a dichas zonas para ciudadanos en general, regantes o trabajadores que recolectan plátanos.

Al ser cuestionada por la labor del personal del Instituto Geográfico Nacional (IGN) a partir de ahora, Carmen López manifestó que una de las principales será mantener la actual red de vigilancia para conocer cuál es la actividad sísmica, con independencia de que haya o no haya erupción. En esa línea, apuntó que se seguirán controlando las estaciones sísmicas, geoquímicas o de deformaciones. Además, se continuará con la medición de gases, la toma de muestras de las emisiones difusas o en el agua.

Desde la citada institución proseguirán con el análisis de temperaturas, inspecciones sobre el terreno, toma de muestras de elementos de interés o análisis petrológicos, entre otras cosas.

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