"Un bofetón lo aguanta una, pero las palabras constantes machacándome como persona y como mujer duelen mucho", confesaba una víctima de maltrato habitual en Valencia y a la que su marido presuntamente violaba porque le decía que era su obligación como esposa, quisiera o no. 

El acusado, de 49 años y nacionalidad ecuatoriana, fue juzgado esta semana en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Valencia. La Fiscalía solicita para él penas que ascienden a los catorce años de prisión por los delitos de agresión sexual, maltrato psicológico habitual, amenazas en el ámbito de la violencia sobre la mujer y un delito continuado de vejaciones injustas.

"Me llamaba gorda inservible y me obligaba a tener sexo siempre que le apetecía", asegura la agredida, que finalmente a principios de diciembre de 2019 denunció los hechos, cometidos en el domicilio familiar en l’Alcúdia.

Entre las vejaciones que tenía que soportar la víctima están expresiones como: "puta, enferma que no vales para nada, gorda inservible, no me satisfaces porque eres una gorda y no te sabes mover, te pago 1.000 euros y no me das servicio sexual alguno". Todo ellos en presencia de los hijos menores de edad de la pareja.

El acusado reconoció haberle dicho alguna vez a su pareja que se estaba poniendo gorda, —de pesar 50 kilos a más de cien—, pero trató de justificarse diciendo que se lo decía por cuestiones de salud, "porque es diabética y cuando se sentaba a comer chucherías le advertía que eso la iba a matar". Respecto a si la obligaba a tener sexo, el procesado alegó que es impotente. "Solo teníamos sexo una vez al mes porque se me dormía", explicó como si ello lo eximiera del delito del que se le acusa.