El voyeur de Monfarracinos (Zamora) creyó haber elegido el lugar ideal para colocar discretamente una cámara que le permitiera grabar los momentos más íntimos de su vecina: una esquina de la ventana del dormitorio y dirigida hacia dentro de la estancia. No contó con la astucia de la mujer, ni, desde luego, con su propia torpeza a la hora de instalar el dispositivo con el que imaginaba disfrutar de momentos placenteros. Así, la cámara apenas estuvo una noche en el enclave elegido por el zamorano, ya que su vecina observó el equipo apoyado en el alféizar en cuanto levantó la persiana de su cuarto a la mañana siguiente. Y, sin pensárselo dos veces, llamó a la Guardia Civil.

El caso, en la Ser

El caso es tan surrealista que ha trascendido la actualidad mediática de Zamora y ha llegado incluso a los medios nacionales. Es el caso del programa de La Ser "A vivir que son dos días", presentado por Javier del Pino. En la selección de noticias que mandan los oyentes con piezas del grupo Prensa Ibérica (al que pertenece La Opinión de Zamora) ha habido un hueco también para el caso del voayeaur zamorano que creyó haber elegido el lugar ideal para espiar a su vecina... sin éxito.

La investigación no fue nada compleja. El dispositivo había inmortalizado dos imágenes nítidas: la del mirón de Monfarra cuya impericia a la hora de instalar la cámara terminó por jugarle una mala pasada y acabó inaugurando las grabaciones mientras llevaba a cabo la operación. La siguiente imagen que recogió el artefacto fue la de la mujer levantando la persiana. La contundencia de las pruebas no dejó otra salida al hombre que admitir un delito contra la intimidad de las personas, de su vecina en este caso, y conformarse con la condena a año de prisión y 1.080 euros de multa que le acaba de imponer la magistrada del Juzgado de lo Penal.

De tejado a tejado

La operación para instalar una mini cámara con tarjeta SD tuvo cierto riesgos para el condenado, que tuvo que esperar a que cayera la noche y salir al tejado que comparten las dos viviendas, al tratarse de casas próximas, de modo que fue desde su ventana abuhardillada hasta la de su vecina para instalar allí el dispositivo. La operación la ideó la noche anterior al 22 de junio de 2020"con ánimo de quebrantar la intimidad de su vecina", indica la Fiscalía Provincial en su escrito de acusaciones y recogen los hechos probados de la sentencia del Juzgado de lo Penal, puesto que el hombre admitió los hechos que se le imputaban ante las pruebas incontestables.


La víctima llamó de inmediato a la Guardia Civil, que efectuó una entrada y registro en el domicilio del imputado, por orden judicial, en busca de material de grabación, sin hallar rastro de que hubiera habido grabaciones anteriores a la fecha en la que se descubre el equipo, tras la denuncia de la víctima a la que el vecino de Monfarracinos pretendía inmortalizar.