Una excuidadora de una residencia de ancianos de Terrassa (Barcelona) ha pactado una pena de año y medio de cárcel por vejar a una anciana discapacitada, mientras una compañera la grababa en el móvil y difundía en Instagram el vídeo, que en plena pandemia se convirtió en viral.

En el escrito de conformidad, al que ha tenido acceso Efe, la excuidadora acepta ser condenada por un delito contra la integridad moral y otro de descubrimiento de secretos, un pacto que es fruto del proceso de mediación al que fue derivada, en el que indemnizó a la víctima con 3.000 euros por los daños morales causados.

La acusada, que también se aviene a pagar una multa de 1.620 euros, deberá ratificar ahora ante el juez el acuerdo alcanzado con la Fiscalía y la acusación particular ejercida por las hijas de la anciana -de 91 años y con un deterioro cognitivo moderado-grave y una dependencia severa-, tras lo que será condenada en firme.

Ninguna medida penal para la menor

También la excuidadora que grabó y difundió el vídeo de las vejaciones fue derivada a un proceso de mediación en la jurisdicción de menores, dado que cuando sucedieron los hechos no había cumplido los 18 años, lo que ha finalizado con éxito sin que se le haya impuesto ninguna medida penal.

El caso ocurrió el 13 de agosto de 2020 en el centro Mossèn Homs de Terrassa, en plena pandemia de coronavirus y cuando la sensibilidad social por la situación de los ancianos confinados en residencias era máxima, lo que motivó que la Fiscalía Superior de Cataluña anunciara de inmediato que abría una investigación para aclarar lo sucedido.

La acusada, sostiene el escrito de conformidad, se puso de acuerdo con la otra cuidadora menor de edad con el fin de "humillar" a la anciana, así como "menoscabar su dignidad y vulnerar su intimidad".

El caso

Así, mientras la menor utilizaba su teléfono móvil para grabar la escena, la acusada daba de comer a la anciana y le suministraba su medicación "utilizando expresiones gravemente vejatorias" contra ella, como "Elisa, que comas, venga, abre la puta boca ya, hombre, vieja cascarrabias".

"Elisa, ¡la pastilla!, ¿no entiendes que te la tienes que tomar? Mira, no te la tomes, si te duelen los pies y la cabeza te vas a joder, hombre ya la puta pastilla", agregaba la acusada, que en varias ocasiones se dirigió a la cámara, entre las risas de su compañera, con comentarios como: "No soy así, es que me saca de quicio".

Para rebajar la condena a la acusada, que se exponía a penas de hasta cinco años de cárcel, el acuerdo reconoce la atenuante muy cualificada de reparación del daño, por haber indemnizado a la víctima.

A raíz de la polémica por la difusión del vídeo, las dos cuidadoras de la residencia renunciaron a su empleo, sin que fuera necesario despedirlas, y la autora de la grabación colgó en su cuenta de Instagram un vídeo para pedir disculpas.