Las consecuencias al bofetón de Will Smith en la entrega de los Premios Oscar el pasado 27 de marzo de 2022 no dejan de sucederse. La última han sido unas declaraciones de la mujer del actor, Jada Pinkett Smith, en las que confiesa que nunca quiso casarse con el actor. El intérprete, reconocido por su actuación en 'El Método Williams', ha sido castigado con un veto de 10 años en cualquier evento organizado por la Academia del Cine de Hollywood y ha sido internado en un centro de rehabilitación para aprender a controlar sus problemas de ira. Sin embargo, las palabras de su esposa quizá le dolieran más que estas últimas decisiones.

Frente a Smith, Jada dijo abiertamente que se casó por la presión de estar embarazada de Jaden, su hijo mayor: "Estaba muy presionada, era una actriz joven, estaba embarazada y no sabía qué hacer, pero nunca quise casarme". Las polémicas declaraciones se realizaron en el programa 'Red Table Talk' en 2018, en la que se sinceró sobre cómo se convirtió en la esposa del reconocido actor.

Pinkett repitió que ella no quería contraer matrimonio en ese momento. "Lo hacíamos (casarse) porque 'Gammy' (mamá de Jada) estaba llorando. Era como si ella nos dijera: 'tienen que casarse'", declaró Pinkett, de 50 años, alrededor de una mesa circular donde también se encontraba su hija menor, Willow.

Adrienne Banfield-Norris, la madre de Jada, quien también estaba presente en la emisión en aquel entonces, confirmó lo dicho por Jada al responderle: "Sí, recuerdo tener un fuerte deseo de que ustedes se casaran y que tú estabas enferma, no cooperabas en nada", pero quiso dejar claro que "no recuerdo tu rechazo a la idea del matrimonio". Jada detalló que el día de la boda se sentía tan molesta por la situación, que lloró en reiteradas ocasiones. "Estaba tan molesta porque tenía que casarme que me fui llorando por el m*** pasillo", confesó la actriz.