La Audiencia Provincial de Madrid ha comenzado este jueves el segundo juicio por el asesinato de Yolanda R.R., ocurrido en 2009, después de que la Policía detuviera a uno de los autores tras permanecer once años oculto y con otra identidad.

J.A.M.M se ha sentado en el banquillo y se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 37 años de prisión por asesinar junto a su padre -ya condenado por estos hechos- a Yolanda en el coche que conducía y en el que viajaban sus dos hijos.

Según el informe de la fiscalía el acusado y su padre, ya condenado por estos hechos, cometieron el crimen el 7 de noviembre de 2009 en la carretera que va de Villaverde a Vallecas.

El padre fue detenido meses después, pero J.A.M.M. huyó y se escondió en Cáceres, con identidad falsa y en casa de un familiar, donde la Policía lo detuvo en junio de 2020, casi once años más tarde.

Durante la investigación se desveló que el asesinato se debió a que uno de los tres clanes familiares que se dedicaba entonces a la venta de droga en una zona de Madrid le robó 80 kilos de heroína a otro integrado por ciudadanos de origen turco.

Uno de los miembros de este clan decidió secuestrar a un niño de otro de los clanes en venganza por el robo, y Yolanda medió para que el clan turco soltase al menor.

Tras este hecho, miembros de los otros clanes creyeron que la mujer se había chivado de cómo había sido aquel robo de droga, y por eso planearon matarla a tiros, según indicaron a Efe fuentes policiales y hoy ha declarado en el juicio el hermano de la víctima.

En esta primera vista también han declarado los dos hijos de la víctima, D.B.R y J.B.R, el primero de los cuales conducía el coche en el que viajaban y también resultó herido.

D.B.R ha relatado que se desmayó en el momento en el que recibió los disparos desde la ventanilla del conductor, y que al despertar, vio a su madre "con un tiro en la cabeza".

"Me han quedado secuelas psicológicas y me tuvieron que sacar una bala del brazo y de la cabeza", ha añadido. Según el informe fiscal dichas lesiones, de no haber sido tratadas rápidamente por los servicios médicos, le habrían provocado la muerte.

El hermano menor, J.B.R, también ha declarado que no recibieron ningún tipo de indemnización después de que se condenase al padre del acusado, conocido como "el Lechuga".

"Estaba sentado detrás y después de oír los disparos y ver a mi hermano llamé a la policía y le abracé mientras intentaba tapar a mi madre", ha dicho.

El juicio continuará este viernes con más declaraciones.