La localidad de Vilarmaior es un pequeño pueblo de la comarca de Betanzos, en A Coruña. Tiene 1.219 habitantes y la mayor concentración de petroglifos de Galicia: 134 en una superficie de 2,5 kilómetros cuadrados. A partir del 4 de junio, este municipio tendrá otro récord del que presumir, el de acoger el laberinto vegetal más grande de España.

Se trata de un recinto de 6.120 metros cuadrados formado por 4.000 cipreses que dibujan una cruz celta. Este jardín singular, a un tiro de piedra del Consistorio de Vilarmaior, ha sido diseñado por Raúl Castellar, colaborador habitual de Adrian Fisher, “uno de los diseñadores de laberintos más famosos del mundo”.

El que habla es el alma máter del Labirinto de Breoghán, José Luis Meitín, perito agrónomo y delineante natural de Viveiro y residente en A Coruña que ya antes del estallido de la pandemia se embarcó en esta aventura. Se decantó por Vilarmaior por su elevada concentración de petroglifos, uno de los principales atractivos de este municipio, que hace ya unos años puso en marcha rutas para dar a conocer su patrimonio.

"Soy de una aldea y quería hacer algo relacionado con el campo, cuando supe lo de los petroglifos de Vilamaior pensé en hacer algo que sirviese de complemento", explica. Este apasionado de los petroglifos, de la cultura celta y el rural concibe esta atracción como una “vuelta a los orígenes”, un sitio en el que perderse y reencontrarse con un pasado más sostenible, explica. “Ocio verde para todos”, resume en su web (www.labirintodebreoghan.gal).

Vista aérea del laberinto.

Para ejecutar esta atracción vegetal, Meitín alquiló una parcela de dos hectáreas y media. El recinto dispondrá de quiosco, merendero, aseos y aparcamientos. El laberinto ya está completo y, a medio plazo, su promotor prevé completarlo con una “torre de Breoghán”, un mirador al que se ascenderá a través de una escalera de caracol y que permitirá apreciar la cruz celta a vista de pájaro .

Comienza la cuenta atrás. A partir del 4 de junio los visitantes podrán adentrarse por los laberínticos pasillos de Breoghán. Se tarda una media de 40 minutos en hacer el recorrido, de 2,3 kilómetros. Los despistados puede aventurarse tranquilos, a la entrada se facilita un número de teléfono para los que precisen ayuda.

Esta nueva atracción permanecerá abierta hasta el 12 de octubre, de martes a domingo. La entrada estándar cuesta 5 euros; la de niños de 7 a 12 años, 3 euros y los menores de 7 años entran gratis. Y un detalle que será de interés para muchos: mascotas son “bien recibidas” en el Labirinto de Breoghán.