Ryanair ha sido acusada recientemente de discriminación por parte de ciudadanos británicos con pasaporte sudafricano por someterlos a un test de conocimientos antes de volar en un idioma que tal vez ni siquiera conocen: el afrikáans (solo hablado por el 14% de la población de Sudáfrica) para demostrar su nacionalidad ante la proliferación de pasaportes sudafricanos falsos.

Según publica el Financial Times, son muchos los pasajeros de esta nacionalidad que se han visto sometidos a este test, sintiéndose "humillados y traumatizados".

Una de estas pruebas de conocimiento tuvo la pasada semana en Ibiza. Zinhle Novazi, una profesional residente en Londres y con pasaporte de Sudáfrica, ha explicado al rotativo británico que en el aeropuerto de Ibiza Ryanair le exigió responder al citado test y, en caso de no superarlo, la compañía le impediría embarcar para regresar a su casa.

Novazi ha explicado que ella no habla casi nada de afrikáans y que la obligación de realizar el test es una "discriminación racial". Añade también que la prueba, de 15 preguntas, estaba plagada de faltas de ortografía y que incluía cuestiones del tipo de por qué lado de la carretera se conduce en Sudáfrica o cuál es el nombre de la montaña más alta del país.

Hay que tener en cuenta que el idioma afrikáans es solo una de las 11 lenguas oficiales del país y no todo el mundo la habla. Es más, la lengua mayoritaria es el zulú, seguido del xhosa y ya en tercer lugar se encuentra el afrikáans.

Otro sudafricano que vivió la misma situación fue Dinesh Joseph, residente en Reino Unido, al que le pidieron realizar el mismo test cuando regresaba a su casa desde Lanzarote. El hombre presentó una denuncia oficial contra Ryanair porque desconoce el afrikáans y no entendía las preguntas del test.

Los viajeros sudafricanos se han mostrado desconcertados por cómo las preguntas de conocimiento general sobre Sudáfrica estaban destinadas a verificar sus documentos de identidad. “Cualquier persona que no sea sudafricana podría responder esas preguntas”, dijo Novazi a Financial Times.

¿Cómo prueba eso de alguna manera que mi pasaporte es falso? Para mí no hay conexión”, dijo Joseph. “Ni siquiera miraron mi visado Schengen”, que requiere datos biométricos y otra verificación para viajar en Europa, agregó al rotativo. "Es extraño, es ridículo y es genuinamente ofensivo".