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Pesca

La captura más espectacular de un pescador de Mallorca: un atún de 184 kilos

Antoni relata cómo capturó el pez: "Estuve peleando con él más de tres horas antes de poder sacarlo del agua"

Toni, con camiseta azul, muestra la espectacular pieza. I. OLAIZOLA

Antoni, pescador profesional de s’Estanyol de Migjorn que faena en la embarcación artesanal Des Pas, capturó el pasado martes un atún rojo de 184 kilos. Y esta espectacular captura solo ha sido la continuación de una semana de racha ya que un día antes, el lunes, se hizo con otra pieza de esta misma especie aunque un poco "menor": la báscula informó de que "solo" pesaba 161 kilos.

"Estuve peleando con él más de tres horas antes de poder sacarlo del agua e izarlo a bordo", explicaba este miércoles, cuando no habían transcurrido ni veinticuatro horas de la espectacular segunda captura.

Este pescador profesional, que prosigue la saga familiar dedicada a la mar, minimiza en parte esta captura señalando que, hasta el momento, el atún más grande que ha pescado pesaba 270 kilos, casi cien más que el del pasado martes.

Toni, celoso de sus secretos como todo buen pescador, revela que lo pescó, como acostumbran todas las barcas de pesca artesanales que se dedican a esta especie en el archipiélago, con una línea de mano, como un aparejo de volantín pero sin plomos, que se sumerge por el peso del cebo y con el que se faena sin tener que estar la embarcación en movimiento.

"Jurel, boga...", revela con imprecisión no disimulada el cebo que usó para pescar este magnífico ejemplar. Para descargarlo de la barca a la furgoneta precisó de usar una grúa. Lo mismo que para moverlo desde esta a su punto de venta en la lonja de Palma.

En s’Estanyol hay un punto de primera venta en el que se pueden comercializar las capturas recién desembarcadas con beneficio tanto para el pescador como para los potenciales clientes. "Nosotros lo podemos vender un poco más caro que en la lonja y los clientes lo pueden adquirir a un precio más barato porque ambos evitamos la comisión del intermediario y el género es mucho más fresco, recién sacado del mar", revela.

No obstante, el tamaño de la pieza y la aparatosidad que suponía tanto descargarlo hasta ese punto de venta como despiezarlo para venderlo a particulares y restaurantes, le obligaron a llevarlo hasta la lonja de pescado de Palma donde se subastó a las cuatro de la madrugada de este miércoles.

"Lo hicimos por eso y no por otra cosa. Porque aquí (en s’Estanyol) sí hubiera tenido salida. Por toda esta zona, con la Colònia de Sant Jordi y sa Ràpita, hay una gran oferta de restaurantes que nos lo hubieran quitado de las manos", señala recurriendo de nuevo a la cautela cuando se le pregunta por el dinero que ha obtenido por él y limitándose a confirmar que "ha tenido una buena salida comercial".

Lo que parecería un arranque de semana espectacular con la captura de dos piezas de grandes dimensiones en tan solo dos días, no lo es tanto para este profesional de la pesca.

Toni, con camiseta azul, muestra la espectacular pieza. | DM

Luna llena de junio, mal asunto

"Las barcas artesanales con permiso para dedicarnos al atún rojo podemos capturar un máximo de 15 piezas a la semana, independientemente del peso que den en báscula. Y yo he llegado a pescar diez o doce en este periodo", revela señalando que estos últimos días han faenado con unos biólogos marinos del Instituto de Oceanografía que les han informado de que en las fases de luna llena de este mes de junio los atunes rojos están más preocupados por desovar que por alimentarse con los posibles cebos que encuentren por su camino. Así que estaríamos en una semana bastante improductiva para dedicarse a estos túnidos.

Lo que sí quiere resaltar Toni es que las piezas que acaba de sacar a subasta en la lonja de Palma nada tienen que ver con las que comercializan los barcos de cerco que operan en aguas de Baleares y que son engordados con pienso en granjas piscícolas del litoral penínsular tras ser capturados y transportados hasta allí en gavias.

"Estos son salvajes, se han alimentado con lo que han encontrado en la mar durante sus migraciones. Esa es la diferencia", concluye elogiando la forma actuar de la flota artesanal balear que, a diferencia de la de cerco venida de fuera, intenta regular la cuota asignada de capturas para que haya atún rojo fresco y salvaje en las lonjas de Baleares hasta que concluya la temporada a final de año.

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