Canarias «está a la cola de un país que está a la cola», señaló el experto fiscalista Orlando Luján sobre el estado de la innovación en las Islas. La necesidad de mejora es evidente y también que el contexto actual se ha dispuesto para propiciarla. Hay fondos públicos, los Next Generation (NGEU), que tienen en este apartado uno de los destinos señalados por la Unión Europea. Nada puede fallar con esos mimbres, salvo que se impongan las resistencias humanas a los cambios y la capacidad de gestión sea tan limitada como para tener que devolver parte del dinero a Bruselas.

El dato aportado por Orlando Luján es demoledor por más que la escasa industrialización de la economía canaria provoque que su tejido productivo sea menos demandante de innovación que el de otras comunidades autónomas. También lo es aunque sea cierto que el tamaño de las empresas, muy escaso, en el Archipiélago, sea otro gran hándicap de partida. El presidente de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, Luis Padrón, cifró en 2.000 el número de empresas TIC, pero solo «tres de cada diez cuentan con empleados y un 4% sostienen diez o más puestos de trabajo».

El propio Padrón aludió a la colaboración público-privada como «una obligación» en pos de aprovechar el contexto de financiación que brindan los fondos europeos para la recuperación. Fue una de las conclusiones más repetidas durante la celebración del evento en el Club La Provincia de la capital grancanaria. El objetivo es sacar a las Islas de la calificación de «emergente» que atribuyen todos los indicadores a las regiones en las que no existe un ecosistema innovador.

Un marco jurídico seguro y estable es obligado para propiciar la apuesta de los inversores. El Régimen Económico y Fiscal (REF) otorga ventajas impositivas a las Islas. Sin embargo, el temor a preceptos en los que hay margen para la interpretación de la inspección tributaria disuade en no pocas ocasiones a los empresarios. La Deducción por Innovación Tecnológica está bonificada en un 45% en el fuero canario y, sin embargo, a decir de los intervinientes, su utilización no se corresponde con el tamaño del diferencial; habitualmente del 80% y en este caso superior al 200%.

No obstante, ese incentivo cada vez cuenta con más adeptos, signo inequívoco de que el cambio resulta inevitable a pesar de las complicaciones que supone convencer de la necesidad de un cambio. Las resistencias y los temores existen, pero son menos cuando se cuenta con compañeros de viaje capaces de allanar el camino. «A Noé le vas a hablar de agua», comentó el director territorial de Telefónica, Juan Flores.

 Él mismo aludió a la desaparición en los últimos años «de la conectividad» como uno de los grandes problemas. No solo se ha superado, sino que en la actualidad «Canarias está por encima de muchos países», incluidos los más grandes de Europa como «Alemania o Francia», aseguró el primer ejecutivo de la teleco en las Islas.

Con todo por hacer y las herramientas -financieras y tecnológicas- en la mano, el debate debe centrarse en saber «qué queremos de la tecnología», señaló Flores. En el caso del Archipiélago, es precisamente la necesidad de generar un ecosistema innovador el punto que debe marcar el rumbo. Ese caldo de cultivo de ideas innovadoras es el que puede garantizar una capacidad para retener el talento de la que hoy se carece. La mayoría de las startups con visos de éxito acaban en Madrid u otras capitales europeas donde la implantación de esta cultura les garantiza poder intentar, al menos, abordar fases más cercanas a la comercialización del producto.

Nadie duda sobre la obligatoriedad de afrontar el reto, pero siempre que antes se realice una criba que permita diferenciar entre las empresas que tienen un marcado ADN innovador, «con una sólida base tecnológica» y las que, por el contrario, solo aparecen en ese terreno «cuando existe una subvención». Así lo expuso el director de Impulso I+D de Grant Thornton Cuyás y Soria, Íñigo Florez. De ese modo se entiende la falta de correlación entre el número de startups y la escasez de los fondos que se levantan en las rondas de financiación.

Esta multinacional tiene el foco puesto «en la capacidad» de los diferentes negocios «para desarrollar tecnología propia» y en la identificación y estudio del mercado innovador para determinar de qué manera pueden beneficiarse sus clientes. «No nos podemos permitir operaciones fallidas y eso es también una garantía», detalló.