Los problemas mentales en los jóvenes aumentaron más de un 20 por ciento en la pandemia, un incremento que se ha reducido camino de una estabilización en esta etapa de la covid-19 ya sin restricciones y que ha tenido reflejo sobre todo en problemas de alimentación, autolesiones e intentos de suicidio entre adolescentes, pero también en edades más tempranas de ocho o nueve años, con más predominio de las chicas.

"Ha habido una reducción en la edad de presentación de estos problemas", ha alertado la Jefa de Servicio de Psiquiatría, Psicología Clínica y Salud Mental, Hospital Universitario La Paz, Madrid, María Fé Bravo, que dirige un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander sobre la "epidemia de conductas suicidas entre los jóvenes", un asunto reconocido por la Organización Mundial de la Salud, ha recordado.

Según ha señalado Bravo en un encuentro con medios de comunicación, el aumento de los problemas mentales entre los jóvenes, que ha afectado a "muchos países", comenzó a detectarse a partir de finales de 2020, se ha mantenido de forma "muy significativa" a lo largo de los dos últimos años y "ahora empieza a estabilizarse",

La Jefa de Servicio de Psiquiatría de La Paz ha recordado que la autolesión o el intento de suicidio a veces es un "intento de búsqueda de ayuda o un escape" que podría estar relacionado con algunas de las circunstancias que se han producido en el contexto de la pandemia, aunque ha precisado que en el caso de los jóvenes ya se venía detectando antes un incremento "progresivo" de los problemas de salud mental, con un "fuerte" aumento de los relacionados con la alimentación.

Y ha explicado que esto puede tener varias causas como la ruptura de las relaciones interpersonales que para los jóvenes son "sistemas de soporte social y amortiguadores del malestar", lo que también ha hecho que se focalicen más esas relaciones a través de las redes sociales donde, según ha apuntado, se pierde la comunicación "empática verbal y no verbal". "Hay distintas piezas: la pieza del cambio de rutina, la pieza del aislamiento, la pieza de la reducción de las relaciones interpersonales en los jóvenes, del apoyo de los iguales, y la pieza del aumento de la relación a través de los medios digitales", ha resumido, a lo que ha añadido la fase de la "culpabilización" de los jóvenes como transmisores de la covid por cuidarse menos en sus relaciones y que "luego se ha ido abandonando".

La vuelta a la normalidad

María Fé Bravo ha incidido en que se trata de un conjunto de factores que, a su juicio, "llevará mucho tiempo" analizar para comprender un incremento de problemas de salud mental, que se "sigue creciendo, pero no sube con la misma rapidez", entre otras razones, por la eliminación de las restricciones, aunque también por que se han articulado algunas medidas, como el incremento de los equipo de profesionales sanitarios, "aunque nunca es todo lo necesario".

"Probablemente, esa vuelta a la normalidad, esa posibilidad de tomar el contacto interpersonal, empático, relacional, pueda estar influyendo", ha apuntado la directora del curso, quien ha incidido en el "tímido refuerzo" que se ha producido en los servicios de salud mental en España, pero también ha apuntado otros ámbitos para la prevención.

Entre esos ámbitos, ha apuntado también al espacio educativo, tanto en los colegios o institutos, como en la universidad, al que ha señalado como "importante" a la hora de aplicar medidas para prevenir "situaciones estresantes" como el acoso.

Y ha incidido en acabar con los mensajes sociales de culpabilización de los jóvenes, que durante la pandemia tuvieron "un efecto contraproducente", al tiempo que ha llamado a la prudencia a la hora de plantear intervenciones en el ámbito de las redes sociales para lo que ha apostado por "conocer un poco más su funcionamiento" para actuar de forma adecuada. "A veces es mejor no intervenir, antes que intervenir mal", ha sentenciado.