Especialistas en Farmacia alertan de que una incorrecta conservación de los medicamentos en verano puede provocar importantes problemas de salud en el organismo, al verse alteradas las características de calidad y eficacia de los medicamentos.

Subrayan que tanto la conservación como el transporte cobran especial importancia este verano ante las sucesivas olas de calor, ya que determinados fármacos como antidiabéticos, diuréticos, antiinflamatorios, antidepresivos o contra el colesterol pueden incluso acentuar el efecto de las elevadas temperaturas.

El personal especializado recalca que se trata de medicamentos que con elevadas temperaturas llegan a agravar el síndrome de agotamiento y deshidratación, e incluso propiciar golpes de calor o inducir una hipertermia.

En este grupo de medicamentos es en el que se encuentran los diuréticos, los antiinflamatorios no esteroideos, los antihipertensivos, algunos antibióticos y antivirales, los antiarrítimicos, algunos antidiabéticos, los hipolipemiantes que se emplean para regular el colesterol, los antidepresivos, los antihistamínicos y los antipsicóticos.

"Hay que estar atentos al estado general de aquellos pacientes que toman este tipo de medicamentos, así como propiciar una serie de medidas que ayuden a controlar su temperatura corporal: ambiente fresco, buena ventilación y aireación, y continua hidratación. Es importante resaltar que, a pesar de las altas temperaturas, en ningún caso se deben suspender los tratamientos establecidos por los facultativos”, subrayan los expertos.

Aspecto

Recalcan que antes de consumir cualquier medicamento se debe comprobar tanto su estado como su apariencia exterior, sobre todo en el caso de las cremas, colirios, supositorios u óvulos, en los que directamente "por su aspecto se puede conocer su estabilidad". Ante cualquier sospecha, por tanto, mejor desecharlos, según los farmacéuticos de Atención Primaria del departamento de Salud de la Ribera, Miguel Murcia y Rocío Broseta,

En concreto, y en el caso de que la conservación no haya sido la correcta, o bien el producto haya cambiado al abrirlo, el medicamento, alertan los expertos," no debe ser consumido bajo ningún concepto", ya que fundamentalmente podrían estar alteradas las propiedades del fármaco.

En casa

Por lo que respecta a la conservación en casa, también aconsejan mantener los medicamentos en sitios frescos y secos, evitando la exposición directa a la luz solar. Los expertos sanitarios recomiendan específicamente que no se guarden en la cocina o en el baño, porque son precisamente las estancias de la casa que, por lo general, suelen acumular más calor a lo largo del día. Y por descontado, mantenerlos siempre lejos del alcance de los niños.

Lo más importante, recalcan, es que antes de tomar un medicamento se debe consultar con los profesionales sanitarios y evitar la automedicación. Igualmente, señalan expertos en Farmacia, cuando se adquiere el fármaco por primera vez se recomienda leer el envase y el prospecto para conocer la temperatura a la que tiene que conservar.

En el coche

Teniendo en cuenta, por tanto, las altas temperaturas que se están alcanzando, el personal especializado advierte de la necesidad de llevar a cabo un correcto uso de los fármacos ante la perspectiva además de realizar algún viaje, puesto que hay que prestar especial atención a los medicamentos que deben conservarse en frío o que deben emplearse tan pronto como se hayan sacado de la correspondiente nevera. 

Según los farmacéuticos Murcia y Broseta, "las condiciones de conservación que indica un medicamento se establecen según los ensayos realizados antes de ser comercializados, por lo que deben respetarse para no perder su eficacia y seguridad”.

A la hora de viajar y en trayectos por carretera, también se advierte de que no es recomendable llevar los medicamentos ni en el maletero ni la guantera del coche, porque pueden llegar a alcanzar temperaturas muy altas.

Las condiciones de transporte específicas para cada medicamento resultan siempre imprescindibles, pero más todavía en situaciones de mucho calor como las actuales, insisten.

De forma general los fármacos a conservar entre los 2ºC y 8ºC se deben conservarse siempre en nevera y, por tanto, transportarse en embalaje isotérmico refrigerado que no llega a congelar. Y los medicamentos que deben permanecer a una temperatura de entre 25ºC y 30ºC, se tienen que transportar en un embalaje isotérmico no refrigerado para evitar que puedan alcanzar temperaturas mayores.