Las profundidades del océano son en su mayoría territorio desconocido para la humanidad. Pero ahora, estamos un paso más cerca de conocer qué se esconde en el fondo marino, y es que un equipo de científicos chino ha creado un robot para explorar la Fosa de las Marianas, el punto más profundo de la Tierra, a 11.000 metros bajo la superficie.

Este robot ha logrado nadar a 10.900 metros en la fosa gracias a su estructura que imita al pez caracol, un animal que habita en la zona a 8.000 metros de profundidad. Los submarinos u otros artefactos convencionales no son capaces de aguantar las altas presiones que hay en la Fosa de las Marianas debido a sus estructuras metálicas, por ello el robot está hecho con una estructura blanda a base de silicona.

Wallace con datos del NOAA.

La fosa de las Marianas se ubica en el océano pacífico occidental, a unos 200 km al este de las islas Marianas, y su máxima profundidad son los 11.050 metros en un pequeño valle en su fondo, el Abismo de Challenger. Pero el pez caracol no es el único ser vivo que se ha adaptado a vivir en condiciones tan extremas: más de mil atmósferas de presión, cuatro grados de temperatura y una oscuridad total.

La fosa también es conocida por albergar a seres que parecen salidos de otro mundo. Por ejemplo, en el lugar se ha encontrado un calamar gigante de la especie Architeuthis (que pueden alcanzar los 14 metros), además de numerosas especies de peces desconocidas. La mayoría de peces que habitan a tales profundidades tienen una estructura blanda y gelatinosa y sin escamas, para poder soportar la alta presión.

Pez anguila. Citron

Cuanto más cerca de la superficie, se pueden encontrar más vida como medusas brillantes bioluminiscentes que son la única luz en esa inmensa oscuridad, el pez duende con sus órganos a la vista debido a su cuerpo transparente, el tiburón duende con su nariz alargadas o el tiburón anguila con sus 300 dientes afilados de tres puntas.

Demonio marino. Trustees of the Natural History Museum, London

Y sí, estos animales lucen tan temibles como parecen, y es que también están el carnívoro Anoplogaster o el amenazante demonio marino, peces que parecen sacados de las peores pesadillas. Pero irónicamente, en la máxima profundidad lo más grande que se puede encontrar son tan solo anfípodos, pequeños crustáceos parecidos a las gambas.