El Periódico Mediterráneo

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De Estocolmo a Glasgow

Medio siglo de cumbres climáticas: 6 encuentros históricos sobre el futuro del planeta

Hace ya 50 años que los gobiernos de todo el mundo intentan forjar un pacto para evitar un calentamiento global extremo

Greta Thunberg, en la Cumbre del Clima de Madrid de 2019.

El avance de la crisis climática marcará inevitablemente el futuro del planeta. Por eso mismo, desde hace varias décadas, los gobiernos de todo el mundo han planteado varios pactos, protocolos y acuerdos para intentar frenar el avance de este fenómeno.

Estos son los principales encuentros globales sobre medio ambiente y crisis climática celebrados hasta la fecha. 

1972, Estocolmo

La primera gran conferencia global sobre medio ambiente tuvo lugar entre el 5 y el 16 de junio de 1972 en Estocolmo, Suecia. El encuentro, bautizado como Cumbre de la Tierra, fue el primero que reunió a todas las delegaciones de Naciones Unidas para hablar sobre la "conservación y mejora del medio natural" y la necesidad de coordinar una "acción medioambiental internacional" para preservar el planeta y los recursos naturales. También fue el primero que mencionó explícitamente el problema de la crisis climática.

Uno de los grandes éxitos que surgió de la conferencia de Estocolmo fue la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). El encuentro logró poner el foco en los problemas medioambientales pero, a su vez, suscitó un debate que permaneció bajo mínimos durante casi dos décadas.

1992, Río de Janeiro

La segunda Cumbre de la Tierra se celebró entre el 3 al 14 de junio de 1992 en Rio de Janeiro, Brasil, veinte años después del primer gran encuentro sobre el planeta. El evento reunió un centenar de jefes de Estado y más de 22.400 representantes de plataformas y oenegés ecologistas. Fue uno de los primeros encuentros de índole política en el que se discutió sobre la importancia de sustituir los combustibles fósiles por energías alternativas. También fue un encuentro pionero en el debate sobre la necesidad de minimizar el transporte privado para así reducir las emisiones de los vehículos, la congestión de las ciudades y los problemas de salud causados por la contaminación.

El encuentro de Río de Janeiro logró forjar dos grandes declaraciones. Por un lado, el Convenio sobre la Diversidad Biológica y, por otro lado, la primera Convención Marco sobre el Cambio Climático. Esta declaración fue el primer compromiso global para (intentar) frenar la crisis climática.

1997, Kyoto

La primera cumbre del clima (tal y como la conocemos hoy) se celebró en 1995 en Berlín. Pero en ese encuentro, solo se pactó iniciar las negociaciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El debate se concretó en la cumbre de Japón de 1997. Con la firma del conocido Protocolo de Kyoto, 150 países acordaron reducir sistemáticamente sus emisiones. Los estados ricos se establecieron una meta individual de reducción. El pacto, en su conjunto, planteó una reducción media de las emisiones del 5% respecto a los niveles de 1990.

Los firmantes del Protocolo de Kyoto también establecieron un mecanismo de compraventa de derecho de emisiones. De esta manera, más allá de las cuotas de emisión de cada país, los estados más contaminantes podían comprar derechos de emisión a los que menos emitían. 

2015, París

El 12 diciembre de 2015, París se convirtió en el escenario de uno de los acuerdos históricos más importantes para el futuro del planeta. Por primera vez en la historia, bajo el conocido como Acuerdo de París, gobiernos de todo el mundo acordaban tomar medidas para limitar el calentamiento global por debajo de 1,5 o 2ºC de media respecto a los niveles preindustriales. Para lograrlo, prácticamente todos los miembros de Naciones Unidas se comprometían a "reforzar la respuesta mundial frente a la amenaza del cambio climático".

Reunidos en la cumbre francesa, casi 200 países se comprometieron a "reducir" o "limitar el aumento" de sus emisiones de gases de efecto invernadero con horizonte 2025-2030. El acuerdo también creó un mecanismo voluntario para revisar si los objetivos se estaban cumpliendo o no. 

2019, Madrid (Chile)

El año 2019 marcó un antes y un después en el movimiento ecologista. Inspirados por la joven Greta Thunberg, una nueva generación de jóvenes ecologistas inundó las calles para pedir medidas más firmes contra la crisis climática. Mientras crecía la preocupación ciudadana por el planeta, el debate de la cumbre del clima de ese año fue tomando fuerza. El encuentro debía celebrarse en Chile, pero debido a las protestas que brotaron en el país, el evento se trasladó a Madrid.

La cumbre chileno-madrileña logró forjar un acuerdo tímido. El encuentro arrancó la promesa de los países para "acelerar y ampliar con urgencia los planes de reducción de emisiones de los países a partir del año próximo". Pero según explican activistas y plataformas implicadas, el gran éxito de este encuentro fue la movilización social por el planeta

2021, Glasgow

La cumbre del clima de Glasgow (COP27) llegó tras el parón global de la pandemia. El encuentro arrancó prometiendo ser "el principio del fin del cambio climático". Tras dos semanas de tensas negociaciones, el pacto de Glasgow solo logró rascar el compromiso de los países de diseñar políticas climáticas más ambiciosas de cara al año que viene. También fracasó en la promesa de crear un pacto global para financiar las pérdidas y daños que causa la crisis climática en el sur global.

El éxito de Glasgow fueron los acuerdos que se forjaron al margen de las negociaciones oficiales. Durante el encuentro escocés se anunciaron pactos para reducir las emisiones de metano, revertir la deforestación, reducir las emisiones de la industria de la moda, frenar la venta de coches contaminantes, impulsar las energías limpias y dejar de financiar la compra de combustibles fósiles.

Mientras la emergencia climática avanza, la comunidad científica reivindica, una vez más, que las medidas tomadas hasta la fecha no son suficientes para esquivar el peor de los escenarios climáticos. Todavía queda mucho por hacer. La pelota está ahora en el tejado de Sharm el-Sheikh

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