La actual coyuntura energética nos obliga a buscar modelos más sostenibles para nuestros hogares y negocios. Podemos empezar haciendo pequeños cambios que, sin duda, derivarán en grandes mejoras en las facturas y con ello conseguiremos, además, mayor eficiencia y sostenibilidad en nuestro consumo energético.

En este sentido, existen en el mercado muchas soluciones para climatizar nuestros hogares, pero, ¿cuál es la mejor para ahorrar y además ser más eficientes en nuestro consumo? En relación a la bomba de calor, existen dos tipos diferenciados: la de gas y la eléctrica.

La aerotermia eléctrica es la opción mayoritaria en promoción inmobiliaria para cumplir con el actual código técnico y, sin embargo, no siempre es la más eficiente. Sistemas de climatización como las bombas de calor eléctricas pueden presentar limitaciones en territorios donde las temperaturas pueden llegar a estar por debajo de los 7ºC, ya que su rendimiento baja y la factura para el usuario sube mucho. Además, estos aparatos también resisten peor los episodios extremos, como en grandes temporales como la borrasca Filomena, que provocó que muchas bombas de calor dejaran de funcionar o bajaran su rendimiento por los desperfectos que sufrieron sus materiales debido a la helada. 

Mejor opción de climatización: la combinación de gas y electricidad

A veces se desconoce que las bombas de calor pueden funcionar a gas natural y producir un mayor ahorro a los usuarios finales. Aprovechar la energía contenida en el aire y optimizar el rendimiento energético con el uso del gas es una opción que puede resultar más económica y eficiente. Además, optimiza al máximo el rendimiento energético y económico en los tres servicios básicos de una vivienda: calefacción, aire acondicionado y agua caliente. Una opción muy interesante cuando hablamos de grandes consumidores, como las comunidades de vecinos.

En cuanto al resto de opciones, la combinación híbrida de energía fotovoltaica para la electricidad de la casa y el gas natural para la calefacción es una elección que nos ayudará a reducir la factura este invierno, ya que son dos sistemas complementarios y muy eficientes, incluso cuando se sufren temperaturas muy bajas.

Para el experto Luis Martínez, de Urbano Ingenieros el sistema más eficiente es un sistema mixto que permita sacar el mayor partido a la aerotermina, que saque el calor o el frío del aire e introduciendo el aire dentro de las viviendas: 

Un ejemplo son las bombas de calor de AISIN, que fabrica el grupo Toyota, y que generan energía de manera eficiente aprovechando al máximo la energía renovable. AISIN ha conseguido una bomba de calor a gas (GHP) que combina tecnologías probadas, creando soluciones innovadoras que han revolucionado la producción de energía en todo tipo de edificios (viviendas, hoteles, escuelas, gimnasios, etc…). De esta manera, optimiza la utilización de la energía primaria y limpia como es el gas y aprovecha la energía del aire como fuente de energía renovable (aerotermia).

Estas bombas son altamente eficientes porque reducen los costes de explotación hasta un 40% debido a la utilización de gas natural y porque aprovechan el calor el motor de los gases de escape y de la condensación para producción de agua caliente sanitaria gratuita. Además, evitan ciclos de desescarche en invierno y reducen de la inversión inicial ya que evitan la necesidad de colocar paneles para producción de agua caliente sanitaria. Además, también evitan gran parte del excedente térmico que se pierde en las centrales térmicas de producción eléctrica, lo que significa una reducción del consumo de energía primaria al aprovechar el calor obtenido; aumentan la eficiencia al gestionar la velocidad de giro del motor endotérmico además de parcializar los compresores scroll; aseguran el funcionamiento ininterrumpido en calefacción, sin ciclos de desescarche, hasta una temperatura exterior de -20°C, lo que permite su instalación en climas interiores fríos donde las bombas de calor eléctricas no pueden dar servicio; reducen las emisiones de CO2 al utilizar combustibles poco contaminantes; evitan las pérdidas en la red de distribución eléctrica debidas a la transformación y transporte y finalmente cubren el servicio de refrigeración en lugares donde no se dispone de potencia eléctrica suficiente.

Otra ventaja: reducción de emisiones de CO2

Según el IDEA (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), el 11,1% de la electricidad generada en nuestro país es utilizada en la refrigeración de edificios, lo que representa alrededor de 30.000 GWh año y casi 19 de toneladas de emisiones de CO2. Por lo tanto, la utilización de energía para usos de refrigeración y muy especialmente en climatización, es suficientemente relevante para tomarla en consideración.

En este sentido, si comparamos la utilización de bombas de calor AISIN a gas natural, con sus homónimas eléctricas (BCE), observamos que las de gas permiten reducir del orden de un 30% las emisiones de dióxido de carbono.

Planta de biogás

Otra marca puntera como Panasonic, con su gama Aquarea, también es capaz de suministrar con su sistema independiente o combinado de caldera a gas, calor a radiadores y suelos radiantes con temperaturas de hasta 60 °C. Aquarea es la apuesta de Panasonic por una climatización integral para viviendas residenciales. Este sistema de calefacción, refrigeración y producción de agua caliente sanitaria basado en la tecnología de la bomba de calor ha sido diseñado con el objetivo de obtener un consumo energético eficiente a través del empleo de las energías renovables.

El objetivo, en plena crisis de la energía, es el ahorro máximo. Por eso, combinar las instalaciones sostenibles con tips básicos para evitar las pérdidas de calor es la combinación perfecta si queremos ponerle freno a la subida de la tarifa de la luz. Según el IDAE, la temperatura de confort térmico en un ambiente sombreado y de actividad «pasiva» (es decir, sin realizar ninguna actividad) está entre los 21°C y los 23°C.  Lo mismo ocurre con la temperatura ideal del frigorífico, que debe estar alrededor de 4° o 5°C, mientras que el congelador debe encontrarse a -18°C. De este modo, nos aseguramos que los alimentos se encuentran en perfectas condiciones para su uso y conseguimos un ahorro de energía. En cuanto a la ventilación de las habitaciones, se trata de aplicar el sentido común y no sobrepasar los 20 minutos con las ventanas abiertas. 

Emisiones Netas Cero

El papel creciente de los gases renovables

Existe una alternativa limpia y eficiente a la aerotermia que cumple con el actual código técnico. Y es que en la actualidad ya se está inyectando gas renovable a través de la red de gas natural. Este gas ‘verde’ se obtiene a través de la transformación de los residuos urbanos e industriales de nuestras ciudades y los desechos del sector agroalimentario, fomentando así la economía circular y local.

Además, un estudio elaborado por PwC y publicado por la Fundación Naturgy ve un gran potencial del biometano en España. Según datos de la Asociación Española de Biogás (AEBIG), en la actualidad en Europa hay unas 20.000 instalaciones operativas (número total de plantas de biogás y biometano) y concretamente en España hay 146 instalaciones de biogás con una producción energética de 2,74 TWh anuales. De las plantas operativas, 46 están asociadas a vertederos, 34 a estaciones de depuración de aguas residuales, 13 al sector agropecuario, 7 al sector del papel y el resto al sector químico, el alimentario y otros.

Por otra parte, el biometano sostenible puede cubrir hasta un 40% del consumo de gas previsto en la UE en 2050. En lo que se refiere a España, es el tercer país de la UE con mayor potencial técnico para producir biogás, aunque mantiene una profunda brecha en el desarrollo de esta tecnología respecto al resto de Europa.

El biometano en España

Existen en España proyectos muy interesantes que inyectan biogás a la red existente para su uso en hogares y empresas. Sin embargo, hasta el momento, estas instalaciones son usadas básicamente para el autoabastecimiento. Por ejemplo, de una industria ganadera cuyos excrementos son usados en la producción de energía para sus propias instalaciones. O bien, un Ayuntamiento, que reduce los costes por el traslado de residuos orgánicos urbanos a los vertederos y a cambio obtiene luz para iluminar un centro de salud, o energía térmica para mantener la calefacción de una escuela. O bien, se plantea a nivel industrial, para obtener un beneficio económico sostenible.

Aunque España tiene aún mucho recorrido con el biometano ya que actualmente concentra sólo el 0,7% de las plantas existentes en territorio europeo y el 1,2% de la producción energética de biogás y biometano, su alto beneficio medioambiental y la posibilidad de crear puestos de trabajo en el medio rural hace que el biometano sea considerado una de las energías del futuro. Destacamos dos proyectos de los que están en funcionamiento en la Comunidad de Madrid.

Planta Butarque

El biogás que se produce en los digestores primarios va hasta los secundarios, donde se almacena. Aquí, los gasómetros se encargan de equilibrar la presión de la red. Además, dos esferas conectadas a la red general almacenan el biogás producido, con el objetivo de ajustar la producción energética a la demanda de la planta.

Planta Valdemingómez

Son instalaciones de tratamiento de residuos urbanos de la capital. Cuenta con tres centros de tratamiento: Las Dehesas, La Paloma y Las Lomas. Las dos primeras son dos plantas de biometanización. En Valdemingómez se produce el biogás y después se transforma parte de él en biometano para inyectarlo a la red de distribución de gas.

Conclusión

La combinación de gas y electricidad es, por lo tanto, una solución muy interesante, así como las bombas de calor, más eficientes que las eléctricas. Unos cambios que tienen que sumar a la aparición de las fórmulas de ahorro en el hogar, la industria y el comercio, contribuyendo, así, a la sostenibilidad y a la transición energética, hacia fuentes de energía más limpias.