La liberación emocional es un proceso psicológico por el que la persona acepta sus propios sentimientos y todos los procesos mentales y físicos relacionados con ellos. Supone, además, canalizar estas emociones de manera constructiva, de tal forma que dejen de producir malestar y se conviertan en una fuente de liberación de tensión.

La tendencia general se basa en reprimir las emociones negativas, especialmente en público, por una cuestión educacional y cultural. Sin embargo, hacerlo no las elimina, sino que las reprime e intensifica, con consecuencias directas para la persona.

Consecuencias negativas

Las emociones de carácter negativo son las que principalmente tienden a censurarse a nivel social. Sin embargo, tampoco está bien visto expresar ciertas emociones positivas, sino que deben ser mostradas desde la mesura. Esto conlleva también una represión que acaba teniendo consecuencias negativas a nivel psicológico y físico.

¿Qué consecuencias directas derivan de reprimir las emociones?

  • Aumento de la tendencia a tener un trastorno psicológico.
  • Mayores síntomas depresivos y ansiosos.
  • Somatización o aumento de los síntomas psicosomáticos.
  • Explosiones de ira y mayor agresividad de base.
  • Problemas estomacales.
  • Mayor uso de medicamentos, especialmente para dormir.
  • Cambios a nivel hormonal.
  • Baja autoestima.
  • Peor gestión del estrés.
  • Malas relaciones sociales.

Desahogo emocional

Son ya numerosas las técnicas que nos ayudan a liberar nuestras emociones. Las que aparecen a continuación son de las más sencillas de aprender y utilizar. Nos sirven para soltar emociones que estemos sintiendo en ese momento y reducir las sensaciones negativas a nivel mental o físico que nos esté produciendo.

Aprende a descargar tus emociones a través de las siguientes técnicas:

1. Línea de vida

Una de las técnicas más extendidas en terapia en la Línea de vida. Nos sirve para tener sobre el papel una concepción clara y precisa de todos aquellos eventos significativos de la vida de una persona, con el fin de determinar si han podido tener una influencia sobre el estado actual. Además, nos habla sobre el conjunto de todas las experiencias de esa persona.

Generalmente se utiliza desde un enfoque informativo, pero se puede adaptar para ayudarnos en la descarga emocional. Para ello, debe trazarse una línea en un folio en la que se representarán todos los eventos de carácter positivo que hayan ocurrido en una etapa determinada. Puede hacerse en el período de toda la vida, el último año o el último mes.

La Línea de vida positiva nos sirve para poder cambiar el foco a las emociones positivas en períodos donde existe una mayor tendencia a la depresión. Esto nos libera de ese nudo y nos permite también ver las cosas buenas que han pasado.

2. Caja vacía

La tensión emocional se acompaña de pensamientos automáticos de carácter negativo, más o menos relacionados con lo que estamos sintiendo. Aparece la queja, la victimización, la culpa y la autoexigencia. Estos pensamientos alimentan el estado negativo y nublan la capacidad de reacción.

Para poder contrarrestarlo, escoge un sitio tranquilo donde puedas sentarte y realizar varias respiraciones diafragmáticas. Una vez que notes el estado de calma a nivel físico, visualiza tu mente como si fuera una caja llena de objetos descolocados y revueltos. Esto representa tu estado emocional. Ve cogiendo cada objeto y etiquetándolo: la culpa por no ir al gimnasio, la victimización por las discusiones con tu pareja, la autoexigencia laboral… Y una a una, con compasión, ve sacándolo fuera de ti. Acepta que es parte de ti, pero que en este momento no está teniendo una utilidad.

3. Diario emocional

El Diario emocional nos sirve para, al final del día, poder tener una idea clara de todas aquellas emociones que hemos ido sintiendo y reflexionar sobre la utilidad en nuestra vida.

Cada noche, antes de dormir, registra en un cuaderno las emociones que has sentido a lo largo del día y las situaciones que las han desencadenado. Con perspectiva te permitirá evaluar cómo te has sentido y si había una emoción más correcta que podías haber utilizado.

La liberación emocional desde la perspectiva terapéutica nos ayuda a desentrañar todos aquellos sentimientos que están ahogando mentalmente a la persona. Se deshace un nudo y se permite una mejor canalización de todas las emociones. De esta forma, ganando en inteligencia emocional y autoestima, conseguimos una mayor adaptación de la persona en su vida y sobre tu mundo interior.